La Voz de América entrevistó a Javier García Castro, psicólogo y director del máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad de Villanueva, en Madrid. El experto indica cómo la solidaridad es un resultado positivo de la cuarentena y ofrece consejos sobre cómo afrontar mejor la situación.
Pregunta: Señor García, desde su profesión, ¿qué consejo le puede dar a las personas que están en este momento en sus casas y en sus apartamentos en cuarentena?
Respuesta: Como psicólogo clínico, yo intento aplicar evidentemente todo lo que sabemos que puede ayudarnos a sobrellevar la situación y también intento ver qué está pasando en la sociedad. He hecho algún que otro video para ayudar a la gente a manejar esta situación y darles herramientas, técnicas o habilidades que pueden aprender y que pueden ayudarles a llevar esta situación mejor, o lo menos mal posible.
P: ¿Qué recomendaciones le puede dar a las familias que tengan hijos pequeños en sus casas?
R: Yo creo que lo importante es tener en cuenta, que ya que no se puede llevar una vida normal e intentar imponer una rutina dentro de lo que es estar encerrado en casa. Es decir, no dejar que todo sea improvisación. Nos levantamos, vamos a hacer esta actividad, la que sea. Luego vamos a hacer un poquito de ejercicios. Esta misma tarde he estado jugando con mi hijo por el pasillo y corriendo hacía como una especie de juego de relevos, y hemos estado casi media hora haciendo un poco de ejercicio. Y por supuesto, claro, puedes recurrir a todas las actividades de distracción que tengamos a mano. Lectura, si hay que utilizar un poquito más los medios audiovisuales, ver películas.
P: ¿Qué consejos y qué recomendaciones le puede dar usted a las familias, sobre todo cuando los niños están pasando por momentos de ansiedad o estrés?
R: Son inevitables los sentimientos de aburrimiento, incluso de desesperanza. Hay que vigilar que una persona no desarrolle síntomas que puedan ser preocupantes -ánimo triste o que deje de comer- porque al final una situación de encierro puede llevarnos a estas situaciones. Hay que vigilarlo, pero creo que, por un lado, buscar actividades de extracción es muy importante. Y por otro lado, si conocemos técnicas que nos pueden ayudar a, en caso de tener síntomas de ansiedad, hacer una desactivación fisiológica. Las técnicas de relajación, hay diferentes tipos.
Es decir, intentar buscar un espacio, un hueco para sentarnos, para parar un poco la mente. Para evadirnos un poco de la situación.
P: ¿Qué recomendaciones le puede dar usted a personas que estén solas en cuarentena en sus apartamentos o casas?
R: Afortunadamente en el siglo XXI contamos con nuevas tecnologías como las que estamos utilizando ahora para esta entrevista. Entonces, yo creo que las personas que están solas, viviendo esta situación, deben apoyarse en su red de apoyo social. Deben recurrir a las personas cercanas familiares, amigos y utilizar las nuevas tecnologías para estar en contacto con ellas, no sólo a través del teléfono sino que yo creo que poder verlas a través de una pantalla, de una videoconferencia también ayuda.
P: ¿De qué manera se le explica a los niños pequeños qué está pasando, o a las generaciones de adolescentes que están en la casa y necesitan algún tipo de explicación?
R: Creo que deberíamos contar la verdad, a lo mejor de una forma menos cruda. Yo a mi hijo le cuento que hay un virus que es peligroso, que podemos enfermar y que por nosotros y por solidaridad hacia los demás tenemos que hacer este esfuerzo de quedarnos en casa, porque si salimos nos podemos contagiar, podemos contagiar a otros y eso podría ser grave.
P: ¿Usted cree que esta cuarentena tendrá algún beneficio para el futuro? ¿Cree que las personas vamos a aprender algo?
R: Sí, sin duda. Soy consciente de que la situación es durísima, que hay gente que lo está pasando mal y que es una verdadera tragedia, pero no tengo ninguna duda de que esta situación negativa o dramática tiene siempre una parte positiva. Yo creo que esto nos va a hacer muy conscientes de valorar las cosas que tenemos y valorar la libertad, acordarnos de la gente que queremos y que no podemos ahora estar con ellos. Además, están surgiendo un montón de iniciativas, el preocuparse por el vecino de al lado o ver si necesita algo.