Un cruce vital entre Jordania y Siria reabrió el lunes por primera vez en tres años, lo que promete restaurar entre los dos países, el comercio y movimiento que se habían detenido debido a la guerra.
Otro cruce entre Siria y los Altos del Golán, éste ocupado por israelíes, también reabrió para los observadores de la ONU, quienes habían dejado la zona hace cuatro años debido al registro de combates en el lugar.
La reapertura de los cruces ha sido interpretada como un gran estímulo para el gobierno sirio, en cabeza del cuestionado Bashar Assad, al restaurarse el sustento comercial con el mundo externo. También refuerza su mensaje de que lentamente surge victorioso de un conflicto que ya lleva siete años.
“El interés general mutuo que estos cruces crean entre las personas es lo que dura y, por lo tanto, consideramos esto en términos generales”, dijo el lunes el ministro de Exteriores sirio, Walid al-Muallem, en torno a las reaperturas.
El homólogo iraquí de Al-Muallem, Ibrahim al-Jaafari, enfatizó la necesidad de mejorar las relaciones entre los dos vecinos y dijo que Siria deberá encontrar su camino de regreso al lado árabe. Ambos se pronuncairon en una conferencia de prensa conjunta en Damasco.
“Nadie puede marginar a Siria y mencioné la necesidad de que (Siria) regrese a la Liga Árabe”, aseguró al-Jaafari.
La Liga Árabe, que cuenta con 22 miembros, congeló la membresía de Siria después de que empezara la guerra civil en 2011, seguido por sanciones y el fin de los lazos diplomáticos entre la organización y Damasco.
Casi 450.000 sirios han muerto en la guerra y el país está devastado por la violencia que atrajo el involucramiento de ejércitos extranjeros, de poderes regionales e internacionales, así como de milicias y milicianos extranjeros.
Con un apoyo militar crucial de Rusia e Irán, el ejército sirio ha recapturado territorio clave, incluidas ciudades importantes, que durante años recientes, habían sido dominadas por la oposición siria.
