El enviado de las Naciones Unidaspara Siria, Staffan de Mistura, advirtió el jueves de una "tormenta perfecta" en el noroeste de Siria y expresó especial preocupación por los civiles que viven en la zona de Idlib, donde se anticipa que las fuerzas sirias respaldadas por Rusia ataquen el último gran bastión del país bajo control de la oposición.
"Estamos preocupados por cualquier escalada apresurada", dijo de Mistura a los periodistas en Ginebra.
El gobierno del presidente Bashar al-Assad ha dicho que planea despejar a Idlib de los militantes del Frente Nusrah. Ha habido un aumento en los ataques aéreos y bombardeos en la zona este mes, lo que aumenta los temores de una ofensiva total similar a lo que sucedió anteriormente en Alepo y Ghouta Oriental.
"Idlib es el último gran bastión de terroristas que intenta apostar por el estatus de la zona de disminución de tensión y mantener a civiles como escudos humanos y ser las formaciones armadas listas para negociar con el gobierno sirio", dijo el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov el miércoles en Moscú de acuerdo con la agencia de noticias estatal Itar Tass. "Entonces, desde todos los puntos de vista, este absceso tiene que ser liquidado”, agregó.
De Mistura dijo que Siria como país soberano tiene todo el derecho a recuperar su territorio, y que los grupos terroristas que figuran en la lista de EE.UU., como el Frente Nusrah, deben ser derrotados. Pero pidió más tiempo para permitir discusiones entre los múltiples países involucrados en el conflicto en Siria, y recordó a las partes en conflicto su deber de proteger a los civiles.
El enviado de la ONU señaló situaciones anteriores como las de Alepo y Ghouta Oriental, donde se utilizaron corredores humanitarios para evacuar a civiles y combatientes que querían partir y escapar de las ofensivas del gobierno.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó su profunda preocupación el miércoles de que pudiera haber una "catástrofe humanitaria".
"El secretario general hace un llamamiento urgente al gobierno de Siria y a todas las partes para que actúen con moderación y den prioridad a la protección de los civiles", dijo el portavoz de la ONU Stephane Dujarric. "Pide a los garantes de Astana que intensifiquen los esfuerzos para encontrar una solución pacífica a la situación en Idlib, la última zona de desescalada restante".
Rusia, Irán y Turquía son los garantes de las zonas de desescalada. Los cancilleres rusos y turcos se reunieron el 24 de agosto para discutir el tema.
