Inspectores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas, OPCW por sus siglas en inglés, llegaron a Siria donde el sábado tienen previsto comenzar a recoger muestras que permitan deducir si en verdad hubo un ataque químico en Douma.
Si bien los inspectores recogerán muestras de tierra en el sitio del supuesto ataque, y muestras biomédicas, como sangre de las víctimas, que serán enviadas a los laboratorios de la OPCW, no habrá una decisión sobre quién es responsable del presunto ataque.
Al menos 40 personas murieron y cientos se enfermaron en el ataque de la semana pasada en Douma, una ciudad del suburbio de Gouta oriental que está justo al este de Damasco. Siria ha negado haber usado armas químicas.
NBC News reportó que el gobierno de Estados Unidos ha recibido muestras de sangre y orina de las víctimas que han dado positivo en el uso de armas químicas.
Pero el ministro ruso de Exteriores, Sergey Lavrov, dijo el viernes que el ataque se inventó con la ayuda de una agencia de inteligencia extranjera no especificada.
Según Lavrov, expertos rusos inspeccionaron el lugar del presunto ataque y no hallaron restos de armas químicas. Moscú tiene “información irrefutable de que fue otro invento”, añadió en declaraciones a reporteros en la capital rusa.
Las “agencias de inteligencia de un estado que ahora se esfuerza por encabezar una campaña de fobia a Rusia estuvieron implicadas en esa fabricación”, dijo Lavrov sin ofrecer más detalles.