Rebeldes sirios dispararon cohetes a la embajada rusa en Damasco el martes, en lo que el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, calificó de acto de terror dirigido a los que apoyan la lucha contra los militantes del grupo Estado islámico.
Los dos cohetes cayeron en el complejo de la embajada en la capital siria, mientras cientos de personas se manifestaban en apoyo a la campaña militar rusa en Siria, iniciada hace dos semanas.
No hubo reportes inmediatos de víctimas.
Mientras tanto, el enviado de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, sostuvo conversaciones en Rusia como parte de un esfuerzo para llegar a un entendimiento entre Rusia y Estados Unidos y también para hacer avanzar el proceso político que busca poner fin al conflicto sirio.
Más tarde, De Mistura planea volar a Washington para hacer gestiones similares en la capital estadounidense.
Durante una breve parada en Ginebra, De Mistura dijo que si bien es importante luchar contra el terrorismo en Siria, es necesario llevar un proceso político paralelo que incluya a los actores regionales para poder resolver la crisis que persiste desde marzo de 2011.
