Estados Unidos está proveyendo a los grupos opuestos al dictador Bashar al-Assad con abundantes provisiones, incluyendo poderosos misiles antitanque, que ya han complicado la ofensiva del gobierno sirio apoyada por Moscú.
Las milicias armadas por Estados Unidos han estado usado misiles antitanque BGM-71 TOW para detener a los vehículos blindados y tanques sirios de fabricación rusa.
Uno de los grupos, conocido como la División 13, dice haber destruido siete vehículos con siete misiles TOW: “Siete de siete”. Pero en total, los rebeldes aseguran haber destruido 24 tanques y vehículos blindados en solo el primer día de la ofensiva siria.
El abastecimiento y la efectividad han subido la moral de los grupos rebeldes que se han visto bombardeados por la aviación rusa.
Una serie de videos de los combates en los campos de batalla en las provincias Hama y Idlib, donde los misiles han hecho retroceder a las fuerzas gubernamentales, han sido colgados en el internet .
“Podemos conseguir lo que necesitemos y cuando lo necesitemos”, dijo un comandante rebelde al periódico The New York Times.
Los misiles que son lanzados a través de tubos y guiados de manera óptica han estado siendo entregados por la CIA a través de Arabia Saudita, en una operación de apoyo separada al programa del Pentágono que fue suspendido la semana pasada, y que tenía que ver más con entrenamiento de fuerzas que con abastecimiento.
Según analistas citados por el periódico The Washington Post, el peligro es que la asistencia a los grupos rebeldes, especialmente la entrega de los misiles, conviertan a la guerra en Siria en una guerra de poder a distancia entre Estados Unidos y Rusia.
