Trece cardenales conservadores, incluyendo el influyente arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, y los de Caracas y México, Jorge Urosa Savino y Norberto Rivera, están entre los firmantes de una carta entregada al papa Francisco que critica el sínodo de obispos.
Los obispos se quejan de la nueva metodología de la asamblea en la que piensan hay falta de apertura, y no ocultan su temor a que puede haber cambios ante el “problema teológico-doctrinal de la comunión para los divorciados vueltos a casar” , a la vez que advierten que todo equivale a crear “resultados predeterminados”.
Horas más tarde de circular la misiva, el portavoz del Vaticano, Rev. Federico Lombardi, denunció la filtración de la carta, que tenía carácter privado.
Lombardi dijo que no es inusual que haya “observaciones” sobre los procedimientos, pero recordó que “una vez se han establecido, [el sínodo de padres] debe comprometerse con ellos en la mejor forma posible, lo cual está sucediendo”, según afirmó.
Otros cuatro obispos negaron haber firmado la misiva.
La lista divulgada supuestamente incluye entre sus firmas –además de los tres mencionados arriba—las de el arzobispo de Boloña, Italia, Carlos Caffara; Toronto, Thomas Collins; Utrecht, Holanda, Willem Eijk; Durban, Sudáfrica, Wilfrid Fox Napier; Sídney, George Pell; Guinea, Robert Sarah; Nairobi, Kenia, John Njue; Galveston, Daniel N. Di Nardo; y al Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Gerhard Muller.
Los cardenales de Budapest, Hungría, Peter Erdo; Milán, Italia, Angelo Scola; París, André Vign-Trois y el Penitenciario Mayor, Mauro Piacenza desmintieron haber firmado la carta.
