En una carta formal, los senadores estadounidenses Marco Rubio, John Cornyn y Cory Gardner solicitaron al secretario de Estado, Mike Pompeo, que reconociera el gobierno de Nicolás Maduro como un "Estado patrocinador del terrorismo".
En ella, los senadores citaron un reporte, donde el propio departamento de Estado informa que "Venezuela no estaba cooperando completamente con los esfuerzos de EE.UU. en su lucha contra el terrorismo".
También se refirieron a reportes de que el régimen de Maduro "permitió el apoyo de actividades que beneficiaron a grupos terroristas conocidos", aludiendo entre otros, a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y al Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupos guerrilleros que han operado en el país vecino por décadas.
El reporte del departamento de Estado analiza el vínculo de Venezuela con organizaciones terroristas internacionales (FTO, por sus siglas en inglés), entre ellas "individuos vinculados a las FARC en Colombia, el Ejército de Liberación Nacional, Euskadi Ta Askatasuna (España) -que estuvieron presentes en Venezuela-, así como simpatizantes y miembros de Hizballah".
La carta también cita una investigación en la cual se denunció que Venezuela no ha tomado acciones en contra de altos cargos del "régimen de Maduro", quienes actualmente enfrentan sanciones de EE.UU. por contribuir con las actividades de narcotráfico de las FARC.
La carta cita a los dos sobrinos de Maduro, quienes actualmente cumplen una condena de 18 años de prisión por conspirar para importar cocaína a Estados Unidos.
