Líderes republicanos del Congreso se niegan a renunciar a un proyecto de ley de financiación del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que busca bloquear las acciones de inmigración del presidente Barack Obama.
El proyecto falló en conseguir los 60 votos necesarios para su aprobación en el Senado por tercer día consecutivo.
"Es como el Día de la Marmota", dijo la senadora demócrata Mazie Hirono después de que la iniciativa fuera rechazada.
Sin embargo, el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, busca mantener vivo el proyecto de ley y llevarlo a votación en los próximos días.
"Existe un deseo bipartidista de financiar al Departamento de Seguridad Nacional, no estoy seguro si resolveremos este problema en algún momento de las siguientes semanas", dijo McConnell.
El Congreso tiene hasta el 27 de febrero para aprobar un presupuesto para el DHS, que encabeza los esfuerzos antiterroristas nacionales y asegura las fronteras, aeropuertos y aguas costeras de Estados Unidos.
Al ser muchas de sus funciones de protección consideradas críticas, su funcionamiento continuaría incluso si su financiación no esté asegurada.
Sin embargo, la agencia se vería obligada a prescindir de unos 30 mil empleados, o el 15 por ciento de su fuerza de trabajo, en un momento de alta preocupación sobre actividad terrorista.
La incapacidad de la nueva mayoría republicana en el Senado para aprobar la medida ha frustrado a los opositores en la Cámara de Representantes, que aprobaron el proyecto de ley el mes pasado con disposiciones que bloquean la implementación de las órdenes ejecutivas de inmigración de Obama.
El mandatario ha amenazado con vetar la medida aprobada por la Cámara, y los demócratas están insistiendo en una ley "limpia" de DHS sin restricciones a la inmigración.
Representantes republicanos dijeron que las repetitivas votaciones del Senado están diseñadas para mostrar al público que los demócratas están bloqueando el proyecto de ley.
Los votos también demuestran el apoyo de McConnell a la agenda de los conservadores republicanos, al mismo tiempo de hacer evidente que las restricciones al decreto de inmigración de Obama no tienen suficientes votos para aprobar el Senado.
El presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, dijo que no sabía si McConnell tiene una estrategia definitiva para aprobar un proyecto de DHS. Llamó a los senadores republicanos y demócratas a "exigir cuentas al presidente" por sus acciones ejecutivas.
"Él tiene un trabajo duro por allá", dijo Boehner de McConnell. "Tengo un trabajo duro aquí. Dios le bendiga y buena suerte”.