Republicanos y demócratas no lograron alcanzar el jueves un acuerdo para sacar adelante un nuevo paquete de medidas propuesto por la Administración Trump, que busca inyectar 250.000 millones de dólares en un fondo de ayuda para las pequeñas empresas impactadas por la crisis generada por el nuevo coronavirus.
La oposición demócrata votó en contra de la propuesta después de que la mayoría republicana se opusiera a aprobar una partida económica similar para hospitales y estados.
"El liderazgo demócrata ha sugerido que pueden mantener como rehenes los cheques de pago para los estadounidenses a menos que aprobemos otro proyecto de ley general que gasta mil millones de dólares duplicando varias partes del Care ACT (Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Accesible), incluidas partes que aún no han comenzado a funcionar", dijo el líder republicano, Mitch McConnell.
Por su parte, el senador Chris Van Hollen, demócrata por Maryland, dijo que sabían que la petición no sería aceptada, pero buscaban una modificación.
"Le pedí al Senador, al líder de la mayoría [McConnell], que modifique la solicitud y pida que la enmienda en consideración, que es el texto de la Ley de Ayuda de COVID-19 de emergencia provisional, se acuerde junto con el proyecto de ley en su forma enmendada... que se lea por tercera vez y sea aprobada sin más intervención o debate", indicó Van Hollen.
Demócratas y republicanos están de acuerdo en que la ayuda se necesita con urgencia y las conversaciones continúan.
La medida republicana presentada por McConnell es solicitada por la administración Trump. Los fondos están destinados a reponer un programa de préstamos de $ 349 mil millones para restaurantes, hoteles y una variedad de otras pequeñas empresas para mantener a los empleados en nómina y pagar alquileres.
Los demócratas, quieren que que 60 mil millones del nuevo dinero que solicitan se destinen a prestamistas basados en comunidades, incluidas instituciones administradas por minorías.
La presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, declaró que el voto del Senado era simplemente un "truco", ya que el país enfrenta una crisis "épica". Pelosi ridiculizó a la administración por tratar de hacer aprobar usando la vía rápida una solicitud de $ 250 mil millones a través del Congreso con 48 horas de aviso y pocos datos para respaldarlo.
