Colombia tiene un nuevo mandatario: Juan Manuel Santos, quien tomó juramento frente al Congreso y recibió la banda presidencial de manos de su antecesor, Álvaro Uribe.
Santos asumió bajo promesas de continuar la lucha de Uribe contra las guerrillas y el narcotráfico, combatir la pobreza y promover la unidad nacional. "Fue elegido con una votación superior a los 9 millones de votos, la más alta obtenida por candidato alguno en la historia de la democracia colombiana", destacó la Presidencia de Colombia.
La toma de posesión se desarrolla en la céntrica Plaza Bolívar, frente al Palacio Legislativo, ante 16 Jefes de Estado y no 17 como estaba previsto, ya que el presidente de Chile, Sebastián Piñera, tuvo que regresar de emergencia a su país por la tragedia de los mineros atrapados en un derrumbe.
En su primer discurso como presidente, Santos destacó que "es posible tener una Colombia sin guerrilla". "Lo vamos a demostrar por la razón o por la fuerza", aseguró.
Santos dijo que aunque estaría dispuesto a dialogar con los guerrilleros, lo haría bajo fuertes condiciones.
"A los grupos armados ilegales, que invocan razones políticas, les digo que mi gobierno estará abierto a cualquier diálogo, eso sí, sobre premisas inalterables", dijo. "Mientras no liberen a los secuestrados, mientras sigan minando los campos colombianos seguiremos enfrentándolos con todo lo que esté a nuestro alcance".
Una toma de posesión simbólica
Por la mañana, Santos estuvo en la Sierra Nevada de Santa Marta para cumplir con un ritual indígena con representantes de las comunidades kankuamos, koguis, wiwas y arahuacos. Al acto asistió con su esposa, María Clemencia Rodríguez, y sus tres hijos, Martín de 21 años, María Antonia, de 19, y Esteban de 16.
Los ojos de la región siguieron con atención la investidura de Santos por la complicada situación diplomática que enfrenta con su vecino país, Venezuela, y por la expectativa que generó la presencia del presidente de Ecuador, Rafael Correa, y del canciller venezolano, Nicolás Maduro, en la ceremonia.
Tanto Correa como Maduro dijeron a la prensa que esperaban tener una mejor relación con el nuevo gobierno. Correa, al llegar a Bogotá, dijo que ofrecía su "total apoyo" a Santos. Era la primera vez que iba a Colombia luego de que su gobierno rompiera relaciones diplomáticas con Bogotá en 2008.
Maduro, en tanto, aseguró que su gobierno tiene “la mejor disposición” para mejorar los lazos diplomáticos con Colombia.
"Venimos con la mejor disposición de avances, de trabajo, viendo hacia el futuro", declaró Maduro. "A nombre del presidente Chávez, del pueblo de Venezuela, en este día de patria queremos agradecer a todo el pueblo de Colombia por esta oportunidad y llamar a que la construyamos de manera cuidadosa".
Fuertes medidas de seguridad
Santos asumió en medio de fuertes medidas de seguridad, ya que el Servicio de Inteligencia de Colombia estaba en alerta por posibles atentados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Iban a desplazar unos 160.000 agentes para la ocasión, según dijo el director de la policía sobre seguridad civil, Paez Baron.
La preocupación surgió luego del anuncio realizado por el director de la Policía Judicial, general Luis Ramírez, quien aseguró que fue descubierto un plan de las FARC para realizar un fuerte atentado terrorista durante los días previos a la toma de posesión de Santos.
Según la investigación, Víctor Suárez Rojas, alias “Mono Jojoy”, y jefe de las FARC ordenó a las guerrillas preparar sus armas para atacar Bogotá, durante la salida del actual presidente Álvaro Uribe.
El informe también manifestó que el movimiento guerrillero de Colombia planea una serie de ataques durante el resto de días que le siguen a la toma de posesión.
El siete de agosto de 2002, las FARC lanzaron varios morteros contra la Casa de Nariño (casa presidencial), cuando el ahora saliente presidente Uribe estaba tomando posesión del cargo.
En ese hecho murieron 19 personas, en su mayoría indigentes de una zona cercana a esa sede gubernamental.