Una marcha de estudiantes en San Cristóbal, departamento de Táchira, en el oeste de Venezuela, terminó con enfrentamientos entre los manifestantes y la fuerzas del orden.
Según las autoridades, cinco efectivos de las fuerzas de seguridad y tres manifestantes resultaron heridos. No se informó de muertos.
En la manifestación, por la conmemoración de un año del comienzo de las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro, la policía y la fuerza militar impidieron a los estudiantes llegar a la sede de la Defensoría del Pueblo de San Cristóbal, donde pretendían entregar un documento.
Según medios locales, manifestantes comenzaron a lanzar piedras a los efectivos de seguridad, quienes respondieron con bombas lacrimógenas para dispersar la marcha.
Líderes estudiantiles culparon a “infiltrados” por la violencia.
“Aquí salieron unos infiltrados, encapuchados que lanzaron piedras para crear caos. Se salió de control. Responsabilizamos a esos encapuchados que enviaron para sabotear y dañar la marcha”, dijo Reinaldo Manrique, del centro de estudiantes de la ULA Táchira, al periódico venezolano El Universal.
Por su parte, la defensora del Pueblo, Eli Zamarig Vivas, señaló que era su intención recibir a los estudiantes, pero “no se pudo”.
Hasta el momento de los incidentes, la marcha se había dado con total tranquilidad.
En Caracas, estudiantes enmascarados bloquearon una avenida principal con la quema de basura y lanzaron piedras a la policía, quienes respondieron disparando perdigones.
Testigos dijeron que al menos media docena de jóvenes fueron detenidos en las manifestaciones.
Antes, en la capital, las fuerzas de seguridad acordonaron varios cientos de estudiantes en una marcha no autorizada a una iglesia donde planeaban una misa en honor a los manifestantes que murieron.
En cambio, un sacerdote salió y oró brevemente en el aire libre.