La naval rusa está aumentando su presencia en el mar Mediterráneo ante las crecientes tensiones relacionadas con la guerra en Siria, informó el miércoles la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Rusia ha proporcionado apoyo militar fundamental para las fuerzas del Gobierno sirio, que se espera endurezcan la ofensiva en la provincia norteña de Idlib, el último baluarte rebelde importante en el país.
“No especularemos sobre la intención de la flota rusa, pero es importante que todos los actores en la región se abstengan de empeorar la ya desastrosa situación humanitaria en Siria”, dijo la principal vocera de la OTAN, Oana Lungescu.
Por su parte, el ministerio de Defensa ruso anunció que la Armada y la Fuerza Aérea de Rusia celebrarán simulacros militares a gran escala en el mar Mediterráneo del 1 al 8 de septiembre.
El comunicado oficial indica que en las maniobras tomarán parte los buques de las Flotas del mar Negro, del Norte y del Báltico, de la flotilla del Caspio, y las aeronaves de las aviaciones estratégica, naval y de transporte militar.
En particular, precisa, "está previsto desplegar más de 25 buques y barcos de mantenimiento, liderados por el crucero Marshal Ustínov".
"En el espacio aéreo internacional, cumplirán las misiones de preparación combativa unos 30 aviones, incluidos los bombardeos estratégicos Tu-160, aviones de lucha submarina Tu-142 ML e Il-38, los cazas Su-33 y los aviones Su-30SM de la aviación naval", agrega.
Las fuerzas rusas, señala, cumplirán un conjunto de tareas relacionadas con la defensa antiaérea, antisubmarina y antiminas.
"Para garantizar la seguridad de la navegación y los vuelos, de acuerdo con la legislación internacional, las zonas donde tendrán lugar los simulacros serán declaradas peligrosas", concluye el texto.