Rusia se reencontró con la victoria al inaugurar su Mundial, pero perdió a otro jugador por lesión. Y el presidente Vladimir Putin quedó deleitado con ver a su selección salir victoriosa en la apertura de la Copa del Mundo
Ese fue el balance de los anfitriones el jueves, al poner en marcha la Copa del Mundo con una inapelable goleada 5-0 ante Arabia Saudí.
Dos goles brillantes de Denis Cheryshev, los cabezazos de Yuri Gazinsky y Artem Dzyuba y un tiro libre de Alexandr Golovin alegraron la inauguración para los rusos, que llegaron al Mundial inmersos en una racha de siete partidos sin ganar. Golovin también fue el asistente en los tantos de Gazinsky y Dzyuba.
"Nunca había hecho algo así", dijo Cheryshev sobre su doblete. "Ya estaba feliz por la convocatoria, pero nunca había soñado en hacer algo como esto".
Mejor no podía ser el resultado en el arranque del torneo para un cuestionado equipo, el de más bajo ranking de la FIFA entre los 32 participantes. El gran temor en Rusia es quedar eliminado de su fiesta en la primera ronda. Eso solo ha ocurrido una vez en la historia, padecido por Sudáfrica en 2010.
Pero superaron la primera prueba del Grupo A en el estadio Luzhniki de Moscú, complaciendo a Putin. No cantaban victoria en un Mundial desde la edición de 2002.
Encarrillaron el partido rápidamente cuando Gazinsky estrenó su expediente goleador con la selección al anotar el primer tanto del torneo a los 12 minutos.
En el palco preferencial, Putin y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, sonrieron e hicieron un ademán hacia el gobernante saudita, el príncipe Mohammed bin Salman.
La suerte rusa fue encontrarse con un conjunto saudí que le facilitó los deberes con su bochornosa displicencia defensiva, prácticamente estatuas en la cancha.
Más allá del entusiasmo y empeño voluntarioso, el equipo del técnico argentino Juan Antonio Pizzi dejó mucho que desear.
"No sé si el contexto de ser el partido inaugural y enfrentar al anfitrión influyó o no en el resultado", dijo Pizzi. "Lo que está claro es que quedamos lejos de lo que nosotros pretendíamos. El rival se tuvo que esforzar muy poco para sacarnos una ventaja incomprensible".
Los saudíes reflejaron una lamentable inoperancia para hilar pases. ¿Se imaginan lo que podría sucederles cuando se topen con los bombarderos uruguayos Luis Suárez y Edinson Cavani en su próximo partido? Eso será el próximo miércoles en Rostov. Los sauditas no ganan en un Mundial desde 1994.
"Tenemos que levantarnos, sacarnos esta sensación de vergüenza que tenemos y empezar a pensar en el próximo partido", indicó Pizzi.
La nota discordante para los locales fue sumar otra baja y embarullar más el entramado táctico de su entrenador Stanislav Cherchesov. Y perder a Alan Dzagoev es un golpe durísimo, dado que el volante de contención era considerado como el jugador más talentoso de plantel. Dzagoev se retiró a los 24 minutos, evidenciando una fuerte molestia en un muslo.
Las lesiones han sido el tormento de los rusos en la antesala del torneo. Su defensa se quedó sin Gregory Dzhikiya y Viktor Vasin por lesiones de la rodilla y otro tanto ocurrió con el delantero Alexander Kokorin.
Pero supieron sacar adelante su primer envite, y Cheryshev podría quedar intocable en el once titular.
El centrocampista del Villarreal y ex del Real Madrid ingresó por Dzagoev y puso el 2-0 a los 43. Apenas uno de los dos jugadores rusos que militan en el extranjero, firmó un gol de gran calidad: exhibió fintas para sacarse la endeble marca saudí y batir al arquero Abdullah Al-Muaiouf con un disparo alto.
Dzyuba metió el tercero a los 71, en su primer toque del balón, paseándose por el área sin oposición. Los últimos dos tantos cayeron en los descuentos, con una impecabe zurdazo de Cheryshev, dándole con la parte exterior del botín, desde fuera del área y Golovin sellando la cuenta con un tiro libre que incrustó ceñido al primer palo.
La siguiente prueba de Rusia será el martes venidero en San Petersburgo frente a Egipto. Necesitarán embolsarse los tres puntos al tocarles cerrar la fase frente a Uruguay.