Cuatro aviones rusos bombardearon este miércoles posiciones rebeldes en los alrededores de la ciudad de Homs, al oeste de Siria en la primera operación militar en apoyo del régimen de Bashar al-Assad.
El ataque se realizó solo horas después de que la cámara alta del Parlamento ruso aprobó por unanimidad el pedido del presidente Vladimir Putin de desplegar fuerzas militares en Siria para ayudar al gobierno de Assad y luchar contra el grupo Estado islámico.
No estaba claro si los blancos atacados tienen que ver con el grupo Estado islámico o con los rebeldes antigubernamentales que tienen fuerte presencia en esa zona.
Sergei Ivanov, jefe del gobierno de Putin, dijo en declaraciones emitidas por televisión que Moscú no enviará tropas de tierra a Siria y sólo utilizará su fuerza aérea "para apoyar a las fuerzas del gobierno sirio en su lucha contra el grupo Estado Islámico".
Rusia ha estado incrementado sus fuerzas en Siria, con bombarderos, jets y tropas durante las semanas recientes, de acuerdo a funcionarios del Pentágono.
El lunes, el presidente Putin habló sobre el papel de Rusia en Siria, diciendo a la Asamblea General de Naciones Unidas que las fuerzas del presidente sirio Assad están “combatiendo valientemente el terrorismo cara a cara” y que rehusarse a cooperar con ellas es “un error colosal”.
En una entrevista anterior en la televisión estadounidense, Putin dijo que aunque Moscú está intensificando su trabajo con Assad, no tienen planes para desplegar tropas de combate “al menos por ahora”.
El presidente Obama ha dicho que Estados Unidos está dispuesto a trabajar con cualquiera, incluidos Rusia e Irán, pero que Assad se tiene que ir. “Derrotar a ISIL [como también se conoce al grupo Estado islámico], requiere, creo yo, un nuevo líder y un gobierno incluyente que usa al pueblo sirio en su lucha contra los grupos terroristas”, dijo Obama.
Obama y Putin acordaron comenzar conversaciones sobre la actividad dentro de Siria “a nivel práctico y táctico” para evitar enfrentarse por error.