Los presidentes Barack Obama y Vladimir Putin compartieron sus puntos de vista sobre la situación en Siria sin poder coincidir en el rol que debe jugar el dictador Bashar al-Assad para terminar el conflicto, pero acordando no cruzarse en el camino militar.
Tras la reunión en Nueva York, y antes de salir hacia Moscú, Putin describió las relaciones entre los dos países como “lamentablemente en un nivel más bien bajo” debido a la resistencia de Estados Unidos.
Pero Putin dijo que “ahora tenemos un entendimiento de que nuestro trabajo debe ser fortalecido, al menos en la base bilateral. Estamos pensado juntos en la creación de los mecanismos apropiados”.
Un funcionario de la Casa Blanca aseguró que la reunión, que se extendió durante 90 minutos, no fue “una situación donde alguno quisiera ganar puntos. Creo que hubo un deseo compartido de encontrar una salida al problema en Siria”.
El funcionario calificó el intercambio entre los dos mandatarios –el primero en más de dos años— como “enfocado” y “directo al punto”. “Sus metas son ir tras ISIL (Estado islámico) y apoyar al gobierno”.
El funcionario dijo que Estados Unidos no ve la presencia militar rusa en Siria como necesariamente destructiva de cara a una salida positiva en Siria, sino que su opinión va a depender de lo que hagan de aquí en adelante.
Si los rusos usan a sus tropas solamente para luchar contra ISIL, eso podría estar bien, sugirió el funcionario. Pero si usan su poder para continuar fortaleciendo a Assad en contra de su propia gente, va a ser negativo, dijo.
“Pienso que los rusos entendieron ciertamente la importancia de que haya una resolución política en Siria. No coincidimos en lo que debería resultar de ese proceso”, particularmente en lo relacionado a Assad.
Los rusos ven a Assad como el bastión en contra del extremismo, explicó, mientras que los estadounidenses ven a Assad como el que continúa avivando las llamas del conflicto sectario allí.
Los dos presidentes acordaron que sus ejércitos deben comunicarse para no entrar en conflicto entre ellos en la región.
Los presidentes pasaron la mitad de la reunión conversando sobre Siria y la otra mitad discutiendo sobre Ucrania.
“El presidente Obama reiteró su apoyo a la soberanía e integridad territorial del gobierno de Ucrania”, dijo el funcionario. “Obama también hizo notar que hay una oportunidad positiva de implementar el acuerdo de Minsk en los próximos meses”.