La Copa Mundial de la FIFA en Rusia es la más cara, con un precio oficial de 15.000 millones de dólares. Se han gastado cerca de 3.000millones en 12 estadios nuevos o estados remodelados, y al menos otros 8.000 millones en infraestructura, incluyendo nuevas carreteras, vías férreasy aeropuertos.
¿Es eso una buena ganancia para el contribuyente ruso?
El profesor Leonid Grigoryev, economista del Centro analítico para el gobierno de la Federación de Rusia, ofrece una analogía inusual.
"La discusión sobre la eficiencia del campeonato en Rusia, como en Brasil, es la discusión sobre la eficiencia económica de un vestido de novia. Por un lado, es necesario. Hace felices a todos", dijo Grigoryev a la Voz de América. "La eficiencia económica exacta definitivamente no se puede definir en los informes financieros trimestrales de Estados Unidos. Es una historia a largo plazo. Todavía esperamos convertirnos no solo en un país de hockey, sino también en un país de fútbol", indicó.
Brasil fue sede de la última Copa del Mundo a un costo estimado de 11.000 millones de dólares. Cuatro años después, algunos de sus admiradores se sienten desanimados.
"Comparando Brasil con Rusia, la infraestructura aquí es mucho mejor que la nuestra", dijo a la Voz de América Marcio Pessoa, mientras disfrutaba de la atmósfera del festival en la Plaza Roja de Moscú.
La inversión de Rusia de 15.000 millones de dólares tiene como objetivo dar a Rusia un cambio de imagen a los ojos del mundo, incluso cuando enfrenta sanciones por su invasión de Ucrania en 2014 y la anexión de Crimea.
"[El presidente Vladimir] Putin, con toda esta fortaleza, pretende que todo eso no es importante para él:" A pesar de las sanciones, llevamos a cabo una Copa del Mundo tan hermosa. A pesar de las sanciones, seguimos adelante con la guerra en Siria. No hay derecho a sermonearnos. Y a la gente le gusta eso, hasta el momento en que comienzan a sentir que, a pesar de todo este placer, están pagando de sus propios bolsillos. Es ahora que empiezan a sentir eso", dijo el analista político Dmitry Oreshkin.
Los primeros en sentir el pellizco probablemente sean las personas de mediana edad que desean jubilarse. El día de la inauguración de la Copa del Mundo la semana pasada, el gobierno anunció un aumento gradual en la edad de jubilación, de 60 a 65 años para los hombres, y un salto mucho mayor para las mujeres, de 55 a 63.
Eva, de 62 años, una residente de Moscú, dijo a VOA que la mayoría de los rusos lo están tomando con calma.
"No fue realmente inesperado. Probablemente, pensaron que el campeonato, la euforia, de alguna manera suavizarían el efecto. Había una broma por ahí. Ayer, tenía cuatro años hasta la edad de jubilación. Hoy, tengo nueve años. ¡Y siguen diciéndonos que no puedes recuperar la juventud!", indicó.
Rusia dijo que la Copa del Mundo es en parte un regalo para su juventud: Recuerdos inolvidables y nuevas instalaciones relucientes. El torneo termina en un mes. Su legado se medirá en los próximos años.