El presidente de Rusia, Dmitry Medvedev, ordenó medidas de seguridad adicionales en todos los aeropuertos y estaciones de trenes del país.
El anuncio se produjo después que un atacante suicida se inmolara en el principal aeropuerto de Moscú, matando a por lo menos 35 personas.
También Medvedev exigió que los investigadores entren en acción mientras aún persistentes rastros de los atacantes y afirmó que fue un acto de terrorismo.
A la vez, el mandatario y el primer ministro, Vladimir Putin, prometieron vengar el ataque suicida. Medvedev dijo que los responsables deben ser liquidados, a la vez que Putin consideró que una represalia es inevitable.
Medvedev también criticó enérgicamente las fallas que permitieron que ocurriera el ataque con explosivos y describió la seguridad en el aeropuerto como en estado de anarquía.
El presidente ruso ordenó medidas de seguridad adicionales en todos los aeropuertos y estaciones de trenes del país.
Testigos dicen que un hombre que ingresó al área de reclamo de equipaje con una maleta pudo haber detonado la explosión. La agencia de noticias estatal RIA Novosty cita fuentes policiales según las cuales una mujer pudo haber acompañado al hombre y asistido en la explosión. Por lo menos 145 personas resultaron heridas.
“Debemos ver cómo las nuevas leyes antiterrorismo se implementaron y cómo se están implementando ahora” dijo Medvedev, “porque lo que ha sucedido muestra que todas las leyes que tenían que ser implementadas están lejos de implementarse de una forma apropiada en varios lugares”.
También el mandatario ruso insistió en que “tenemos que investigar esto. Pero lo principal es proveer asistencia y apoyo a las víctimas”.
Nadie se ha atribuido responsabilidad por la explosión. Sin embargo, la agencia de noticias Interfax cita a una fuente policial según la cual se encontró la cabeza cortada del atacante.
Líderes mundiales condenaron el ataque suicida, mientras el presidente estadounidense, Barack Obama, lo calificó de indignante y el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon se manifestó horrorizado por el ataque.