El presidente de la Comisión de Asuntos de Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos amenazó con declarar en desacato al secretario de Estado, Antony Blinken, si el Departamento de Estado no entrega despachos clasificados relacionados con la caótica retirada de Afganistán.
El representante Michael McCaul, republicano por Texas, prometió en una carta el viernes, a la que tuvo acceso AP, escalar la disputa con el Departamento de Estado sobre un despacho descrito como discrepante escrito por diplomáticos en la embajada de EEUU en Kabul poco antes de la retirada en agosto de 2021.
El nuevo plazo para que el Departamento responda es hasta el jueves.
La amenaza es un nuevo paso en un esfuerzo sin precedentes de McCaul de forzar la entrega de documentos sensibles al Congreso, y plantea lo que podría ser un duelo constitucional entre los representantes republicanos y la administración Biden sobre el alcance de la supervisión de la rama legislativa sobre el ejecutivo.
Según los reportes, la comunicación en cuestión, de julio de 2021, advertiría a Blinken sobre la posible caída de Kabul a través de un canal especial de “discrepancias” que permite a los funcionarios del Departamento de Estado hacer advertencias o expresar opiniones contrarias a las de sus superiores.
Los representantes republicanos han alegado durante los dos últimos años que el acceso a esos documentos es crucial para cumplir una de sus promesas electorales: que el gobierno de Biden rinda cuentas por lo que salió mal cuando los talibanes se hicieron con el poder en Afganistán en agosto de 2021, y puso en grave peligro a decenas de estadounidenses y a cientos de afganos que les habían ayudado durante años.
La posición de McCaul le ha permitido convertir esas críticas en una agresiva supervisión del Congreso y en un tema que ha encontrado apoyo de los dos partidos en el pasado.
El Departamento de Estado se ha resistido y afirma que proporcionar el despacho discrepante al comité amenazaría la integridad del proceso de reportes clasificados y a las personas que lo escribieron.
El Canal de Discrepancias se creó en 1971, en parte para abordar los reparos de los diplomáticos estadounidenses sobre la Guerra de Vietnam, y el Departamento de Estado ha mantenido a buen resguardo esas comunicaciones.
Casi todos esos mensajes están clasificados para proteger la integridad del proceso y la identidad de los funcionarios discrepantes del Servicio de Exteriores. En general no van dirigidos al público, aunque algunos han sido filtrados a la prensa, a menudo por sus autores.
En su carta del viernes, McCaul afirmó que el Departamento no ha dado información suficiente para cubrir lo que se le ha reclamado.
“En caso de que no obedezca, el Comité está dispuesto a tomar las medidas necesarias para hacer cumplir su citación, incluso declararle en desacato al Congreso y/o iniciar un proceso legal civil”, escribió McCaul.
Una acusación de desacato al Congreso requeriría una votación del pleno de la comisión antes de pasar a la Cámara de Representantes. Dada la ajustada mayoría republicana en la cámara baja, sería posible que la declaración de desacato a Blinken se aprobara.
El cargo no tiene la fuerza de un procesamiento, aunque sirve como precedente para que el Departamento de Justicia valore si presenta cargos.
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