Las expectativas son crecientes en Londres ante la inminente boda real este viernes del Príncipe Guillermo y Kate Middleton, en la Abadía de Westminster, un acontecimiento que algunos británicos esperan que genere miles de millones de dólares en ingresos para el país.
Pero como el día ha sido declarado feriado nacional, algunos negocios temen que la boda en vez de proporcionarles ganancias termine costándoles dinero.
Para la ocasión se espera una avalancha de 600 mil turistas adicionales en Londres, que sumarán sus gastos a los $830 millones de dólares que cada año la monarquía proporciona en ingresos turísticos al Reino Unido, según Mark Di-Toro, del Departamento de Turismo gubernamental.
De acuerdo con Di-Toro, el viernes habrá un millón de turistas en la capital británica que se estima que gasten unos $82 millones de dólares.
Pero no todo el mundo está de acuerdo en que la boda hará llover oro, porque siendo un día feriado, habiéndole precedido el Domingo de Pascua, y con otro feriado la semana entrante, muchos británicos han dejado el trabajo y se han ido de vacaciones, lo que pudiera costarles a las empresas algún dinero.
“Cada vez que hay un feriado, el costo para la economía es de alrededor de $10 mil millones de dólares en términos de pérdida de ingresos”, dijo Holly Conway, de la Federación de Pequeños Negocios del Reino Unido.
Después de lo que invirtió la Casa de la Moneda, que hizo una acuñación especial del Príncipe Guillermo y Kate Middleton, y con lo que ha costado la infinidad de banderas que engalanan las principales avenidas comerciales de Londres, las autoridades están tratando de cosechar alguna recompensa económica de la boda.
En los alrededores de la Abadía de Westminster, la gente incluso está apostando sobre cuál será el atuendo real durante la ceremonia. Alex Donohue, un corredor de apuestas, dice que la gente “está apostando sobre el color de sombrero que llevará la Reina, y a juzgar por lo que piensa la mayoría, será amarillo”.