La reina Isabel II organizó un lujoso banquete para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, luego de que iniciara su visita de estado de tres días a Gran Bretaña dando su opinión sobre el Brexit.
La dinastía Trump se sentó a cenar con la familia real británica en el salón de baile del Palacio de Buckingham, mezclándose con líderes políticos británicos y jefes de la industria de ambos países mientras el Reino Unido desplegaba la alfombra roja al líder republicano.
La soberana británica dio la bienvenida a Trump y su esposa Melania con una guardia de honor militar en un día lleno de ceremonias y toques personales. La monarca organizó un almuerzo privado para la pareja y les mostró la colección de arte real, antes del banquete estatal.
Trump parecía estar disfrutando de la visita, tuiteando durante su tiempo libre.
"La visita a Londres está yendo muy bien. La Reina y toda la familia real han sido fantásticos. La relación con el Reino Unido es muy fuerte. Hay muchísimas multitudes de simpatizantes y gente que ama a nuestro país", dijo.
"No he visto ninguna protesta todavía, pero estoy seguro de que las noticias falsas estarán trabajando arduamente para encontrarlas. Un gran amor para todos"
No obstante, el día comenzó con una controversia ya que, incluso antes de que su avión aterrizara, el presidente criticó al alcalde de Londres, Sadiq Khan, quien comparó a Trump con los fascistas del siglo XX.
Trump, en respuesta, calificó al alcalde como "un perdedor " que había hecho un "trabajo terrible".
Ocho miembros de la dinastía Trump estuvieron en el banquete estatal, con los cuatro hijos mayores de Trump en la mesa. El presidente y la primera dama estuvieron acompañados por Ivanka Trump y su esposo Jared Kushner, Donald Trump Junior, Eric Trump y su esposa Lara, y Tiffany Trump. Dieciséis miembros de la familia real asistieron a la cena, junto con el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, y miembros de la industria.
Cenaron un filete de mero al vapor seguido de cordero de la nueva temporada de Windsor, una tarta de fresas con crema de verbena de limón y fruta fresca. Les tomó cuatro días a los trabajadores de la casa real preparar la mesa.
Protestas
La visita de Trump llega en un momento difícil para Gran Bretaña, ya que se espera que Theresa May renuncie como primera ministra esta semana por su manejo del Brexit.
Trump se concentró en el tema de la división el fin de semana, y dijo que si fuera él, se iría si no pudiera conseguir un trato que le gustara.
La "relación especial" entre el Reino Unido y los Estados Unidos ya estaba bajo presión por los diferentes enfoques respecto a Irán, el uso de la tecnología china en las redes 5G, el cambio climático y la política personal de Trump.
La primera visita oficial de Trump a Gran Bretaña el año pasado también estuvo marcada por las críticas a la estrategia del Brexit de May y las multitudinarias protestas.
Los organizadores de la manifestación esperan una repetición de las protestas el martes y una vez más volarán el globo inflable del "Baby Trump" de color naranja brillante.
El principal líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, quien decidió a última hora hablar en las protestas del martes, dijo que las manifestaciones contra Trump fueron "una oportunidad para solidarizarse con las personas a las que él ataca en Estados Unidos, en todo el mundo y en nuestro propio país".
Relación especial
Se espera que May y Trump enfaticen los beneficios más amplios de su antigua alianza cuando celebren conversaciones con sus equipos en Downing Street el martes.
El miércoles, se unirán a otros líderes mundiales en el puerto inglés de Portsmouth para conmemorar 75 años de los desembarques del Día D, que cambiaron el curso de la Segunda Guerra Mundial.
"Nuestra relación ha sustentado la seguridad y la prosperidad de nuestros países durante muchos años y continuará haciéndolo en las generaciones venideras", dijo May antes de la visita