El influjo de migrantes por la frontera con México está poniendo a prueba a las ciudades de Estados Unidos que los están recibiendo, las cuales deben canalizar recursos para albergarlos una vez que son liberados por las autoridades migratorias federales en espera de su solicitud de asilo.
Muchos de los llegados han sido enviados en autobuses por las autoridades de los estados fronterizos de Arizona y Texas a ciudades del norte, como Nueva York y Washington DC, como una forma de protesta a la política inmigratoria de la Administración Biden.
Muchos de estos migrantes, en su mayoría procedentes de Venezuela, Nicaragua y Cuba, llegan sin la documentación debida y sin garantías de que reunirán los estrictos requisitos legales para optar al asilo. Sin dinero ni lugar a donde ir para esperar la respuesta a sus casos, están completamente desamparados.
“Todo lo que pasábamos, lágrimas, lucha, durmiendo en el suelo, lluvia, todo es por algo y yo sé que va a ser por algo bueno”, dijo a la Voz de América la venezolana Yuli Zuleta en un refugio recientemente abierto en la ciudad de El Paso, Texas, para albergar a los migrantes.
Este centro brindará techo, alimentación, atención médica, vestimenta, acceso a internet y asesoría en trámites migratorios y planes de viaje a los migrantes.
Hace más de un mes, el flujo migratorio comenzó a aumentar a gran escala en esta región del oeste de Texas. Los migrantes dicen que evitan el valle de Texas, en donde el Río Bravo es más caudaloso y la corriente más fuerte.
“A compatriotas venezolanos atravesando el río se les soltaban los hijos, al cruzar la corriente se los llevaba y morían”, relató a la VOA otra migrante, Wendy Coronel.
Carpas en Nueva York
En la ciudad de Nueva York, el alcalde Eric Adams pronosticó la llegada de 75.000 migrantes este año y anunció la preparación de un hangar con carpas para albergarlos. Hasta la fecha ya han llegado más de 13.000, en su mayoría desde Texas.
Adams dijo que la ciudad ha abierto 23 albergues de emergencia y planea abrir 38 más, y también recientemente la Cruz Roja habilitó un centro de recepción para ayudar a los recién llegados a establecerse con rapidez, tramitando documentos, vivienda, y dando asesoría para alimentación y matriculas escolares con citas diarias.
También se ha pensado albergar a los migrantes en cruceros.
“Donde me pongan a dormir, duermo; ya que en la selva uno dormía en el río y a que me pongan a dormir en un barco, qué puedo hacer, duermo a donde sea con tal y tener a mi familia bien”, expresó a la VOA el venezolano Enyerber Liendo.
Sin embargo, la idea del albergue de carpas, ubicado en Orchard Beach en el Bronx, está en un área apartada y no ha sido muy bien recibida por los activistas.
Les preocupa que los migrantes queden desconectados tanto de ayudas legales como de medios para poder transportarse y llegar a sus citas migratorias. Además, se acerca el invierno, y vivir bajo carpas es algo con lo que no están de acuerdo.
“No considera las necesidades de las personas que están llegando a la ciudad buscando refugio porque estarían desconectadas, no tendrían el mismo acceso a los servicios y a los beneficios que se le pueden brindar a las familias, que ya llegan vulnerables y necesitadas y requieren que sean conectados con todas las demás agencias y los recursos que la cuidad les puede brindar”, explicó a la VOA Anthony Posada, abogado de Legal Aid Society.
No obstante, los funcionarios de Nueva York afirman que estas instalaciones tendrán calefacción y solo albergarán a los migrantes por cuatro días mientras se les tramita trasladarlos a otros refugios.
* Con la colaboración de Waldo Serrano, periodista de VOA, desde Miami.
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