La Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) liberó el martes por la noche a 11 jóvenes soñadores detenidos el pasado 30 de septiembre, pero deportaron a una joven a México porque no calificaba para recibir algún beneficio migratorio.
Los jóvenes inmigrantes forman parte del grupo de 34 personas que cruzaron la frontera en señal de protesta ante la falta de una ley de inmigración, arriesgándose a la deportación.
Según ICE, un juez decidió deportar a Rocío Hernández Pérez, pero no dieron más explicaciones. Solo se supo por las autoridades mexicanas que la joven se encontraba ya en la capital mexicana.
Para Israel Rodríguez, uno de los jóvenes liberados, esta es una victoria a medias porque lamentaban la deportación de su compañera.
Por otro lado Leonardo Contreras, otro de los liberados, contó que faltando un semestre para graduarse del colegio comunitario de Wetchester, en ingeniería, se enteró que su padre agonizaba de cáncer en México y decidió regresar a su país a pesar que no tenía papeles; cuando trató de regresar le fue imposible.
Ahora que está libre y podrá regresar a su casa en Nueva York dijo que viajará a Washington en busca de respaldo para seguir trabajando por la liberación de sus compañeros que todavía se encuentran detenidos por no pasar una entrevista preliminar con las autoridades migratorias.
Previamente habían sido liberados nueve de los integrantes del grupo de activistas entre los que se encontraban tres padres y cuatro niños, así como un menor que no iba acompañado y la madre de un ciudadano estadounidense de cuatro años con problemas de salud.
Los jóvenes inmigrantes forman parte del grupo de 34 personas que cruzaron la frontera en señal de protesta ante la falta de una ley de inmigración, arriesgándose a la deportación.
Según ICE, un juez decidió deportar a Rocío Hernández Pérez, pero no dieron más explicaciones. Solo se supo por las autoridades mexicanas que la joven se encontraba ya en la capital mexicana.
Para Israel Rodríguez, uno de los jóvenes liberados, esta es una victoria a medias porque lamentaban la deportación de su compañera.
Por otro lado Leonardo Contreras, otro de los liberados, contó que faltando un semestre para graduarse del colegio comunitario de Wetchester, en ingeniería, se enteró que su padre agonizaba de cáncer en México y decidió regresar a su país a pesar que no tenía papeles; cuando trató de regresar le fue imposible.
Ahora que está libre y podrá regresar a su casa en Nueva York dijo que viajará a Washington en busca de respaldo para seguir trabajando por la liberación de sus compañeros que todavía se encuentran detenidos por no pasar una entrevista preliminar con las autoridades migratorias.
Previamente habían sido liberados nueve de los integrantes del grupo de activistas entre los que se encontraban tres padres y cuatro niños, así como un menor que no iba acompañado y la madre de un ciudadano estadounidense de cuatro años con problemas de salud.