“Sin documentos y sin miedo” gritaba un grupo de jóvenes al momento de intentar cruzar la frontera con Estados Unidos en señal de protesta por una ausente política de inmigración justa que les permita reunificarse a sus familiares.
Vestidos con togas y birretes 34 jóvenes inmigrantes fueron detenidos por las autoridades estadounidenses después de cruzar el puente que conecta a México con Laredo, pero no se sabe cuál será su destino.
Hasta altas horas de la noche de este lunes los jóvenes inmigrantes fueron interrogados por las autoridades de inmigración que se negaron a realizar algún comentario sobre algún caso en particular.
Estos jóvenes fueron traídos por sus padres a EE.UU. cuando eran niños, pero fueron deportados y otros decidieron por su propia voluntad regresar a su país de procedencia debido a la falta de oportunidades por estar indocumentados.
Este es el caso de Edna Flores de 22 años, quien fue traída a EE.UU. a los seis años, pero se marchó voluntariamente a Hermosillo, Sonora en México el año pasado, pero asegura que su familia está aquí y quiere estar con ellos.
Este grupo tiene la esperanza de correr con la misma suerte de los llamados “nine dreamers”, otro grupo de nueves jóvenes que igualmente ingresaron ilegalmente a EE.UU. sabiendo a lo que se enfrentaban y luego de estar detenidos por varios días y solicitar asilo fueron liberados para presentarse ante un juez de inmigración.
Vestidos con togas y birretes 34 jóvenes inmigrantes fueron detenidos por las autoridades estadounidenses después de cruzar el puente que conecta a México con Laredo, pero no se sabe cuál será su destino.
Hasta altas horas de la noche de este lunes los jóvenes inmigrantes fueron interrogados por las autoridades de inmigración que se negaron a realizar algún comentario sobre algún caso en particular.
Estos jóvenes fueron traídos por sus padres a EE.UU. cuando eran niños, pero fueron deportados y otros decidieron por su propia voluntad regresar a su país de procedencia debido a la falta de oportunidades por estar indocumentados.
Este es el caso de Edna Flores de 22 años, quien fue traída a EE.UU. a los seis años, pero se marchó voluntariamente a Hermosillo, Sonora en México el año pasado, pero asegura que su familia está aquí y quiere estar con ellos.
Este grupo tiene la esperanza de correr con la misma suerte de los llamados “nine dreamers”, otro grupo de nueves jóvenes que igualmente ingresaron ilegalmente a EE.UU. sabiendo a lo que se enfrentaban y luego de estar detenidos por varios días y solicitar asilo fueron liberados para presentarse ante un juez de inmigración.