La policía en el suroccidental estado de Arizona dice que los explosivos que estuvieron desaparecidos durante varios días del aeropuerto internacional de Phoenix, fueron encontrados, en una carretera a más de 12 kilómetros de distancia.
Los explosivos habían sido usados en ejercicios de entrenamiento de perros en el aeropuerto. Al momento que fueron encontrados los explosivos estaban en un pequeño contenedor del tipo usado para mantener frías las bebidas.
Un portavoz de la policía de Phoenix dijo que los explosivos eran de la misma clase usada en la industria de la minería y que son considerados extremadamente estables.
Para haber hecho detonar esos explosivos, se hubiera requerido un cierto nivel de experiencia y su desaparición no fue considerada una problema en la seguridad del aeropuerto.
La policía de Phoenix rehusó comentar sobre la situación. Tampoco dijo cómo los explosivos fueron robados, limitándose solamente a indicar que estaban investigando.