La rama de al-Qaeda en Yemen se atribuyó la responsabilidad del atentado en un coche bomba que acabó con la vida de 23 personas la semana pasada.
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Las víctimas eran miembros del grupo rebelde chiita que viajaba al norte del país para celebrar una festividad religiosa. El comunicado fue publicado por algunas páginas web islámicas en las que al-Qaeda en la Península Arábiga calificaba a los chiitas de Houthi como “blancos legítimos” y anunciaban que están preparando nuevos ataques contra ellos.
El grupo terrorista habría formado unidades especiales para atacar a los rebeldes chiitas, a quienes acusan de matar suníes, destruir sus casas y obligarles a permanecer bajo su control.
Otro ataque con un coche bomba a un convoy durante el funeral de un líder Houthi mató al menos a dos personas dos días después del ataque inicial.
Los rebeldes Houthi de Yemen enfrentan un conflicto con el gobierno desde 2004, cuando la al-Qaeda en Yemen emprendió una batalla por separado contra el estado, principalmente en el sur.
El Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR) alertó de la escalada de violencia que está aconteciendo en la frontera con Arabia Saudita está en su punto más alto desde que los rebelde Houthi rompieran la tregua con el gobierno.
