Erica Sackin y sus colegas de la organización Planned Parenthood crearon una camioneta capacitada para ofrecer la prueba del Síndrome de Inmunodeficiencia Humana Adquirida (SIDA) y la infección con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).
“Es muy importante que la gente sepa si tiene o no el virus”, dice Sackin. “Esto ayuda a prevenir la transmisión y a ayudar a la gente de inmediato. Una vez usted sabe que es portador, lo mejor es actuar lo más rápido posible”.
Según datos de la organización, las muertes por SIDA y VIH son la tercera causa de mortalidad en Nueva York entre personas de 35 y 54 años. La enfermedad afecta en su mayoría a personas pobres y no blancas.
A pesar de que las estadísticas son duras y alarmantes, la prueba en sí es muy fácil. Se realiza con una muestra oral y los resultados están listos en 20 minutos.
Este procedimiento es un avance respecto a cómo se realizaba la prueba en 1980, en los inicios de la enfermedad.
“Entonces te tenían que sacar sangre y era un gran evento”, dice Susan Heitner, voluntaria para la prevención desde hace un par de décadas. “Ahora, desafortunadamente, la gente no piensa en VIH y el síndrome ya no está en los titulares de los periódicos. Pero la gente se tiene que hacer la prueba para protegerse a sí mismos y a las personas que aman”.
Por otra parte, aunque los tratamientos médicos han mejorado considerablemente, hay todavía mucho por hacer en la sociedad. Los estereotipos sobre quién es vulnerable, y por ello, sobre quiénes deben hacerse la prueba, persiste.
Nakia Hansen, portavoz de Planned Parenthood, explica que “el virus no es algo de una pequeña comunidad. Esto es algo que puede afectar a cualquiera aunque no sea homosexual o trabajador sexual. Cualquier cosa que usted pueda hacer para estimular las relaciones sexuales seguras, la contraconcepción, el uso del condón, la educación de las mujeres para poder tomar decisiones sobre cuándo y en qué circunstancias tener relaciones, todos son pasos para prevenir la transmisión del SIDA y del VIH.”