Miles de personas salieron a las calles en La Paz para rechazar los aumentos a la canasta básica y exigir un aumento al salario mínimo.
Las protestas se intensificaron en varias ciudades de Bolivia donde centenares de manifestantes marcharon en rechazo al aumento en el precio de los alimentos y en reclamo de subas salariales.
En La Paz, ni la lluvia ni el frío detuvieron la marcha de la Central Obrera Boliviana (COB), sindicato que agrupa a miles de trabajadores, que había convocado a una huelga general que se cumplió a medias.
Los manifestantes se abrieron paso por el centro de esta capital lanzando bombas de estruendo.
"Los precios de los alimentos básicos de la canasta familiar están más caros y los salarios están bajos. Los desocupados que no tienen trabajo están destinados a morir", dijo a periodistas Pedro Montes, máximo dirigente del COB.
Montes planteó al gobierno de Evo Morales un salario mínimo nacional de acuerdo con una canasta familiar para cinco personas de más de 8.000 bolivianos (unos $1.183 dólares). Pero Morales consideró "irracional" el pedido.
Los precios de los alimentos subieron luego de que el gobierno decretó en diciembre de 2010 un incremento de hasta 83% en los carburantes. Aunque Morales dio marcha atrás con la medida, varios alimentos mantuvieron los nuevos precios.
En un principio el gobierno atribuyó el alza a la crisis alimenticia provocada por las sequías e inundaciones del año pasado que afectaron las cosechas. Pero Morales culpó en parte al sector empresarial.
"Nos hemos confiado mucho en los empresarios, no podemos confiarnos en esos agroindustriales. Ahora el Estado va a tener su propio ingenio o dos que estamos instalando, para que no estén saboteando", dijo el mandatario.
El azúcar es el alimento que más ha escaseado. La pasada semana el gobierno importó el producto desde Colombia para proveer al mercado local. El gobierno también está importando maíz: este fin de semana llegaron las primeras 35.000 toneladas de Argentina y se prevé una próxima carga de 15.000 toneladas.
A su vez, los sindicatos del transporte urbano de Cochabamba, Oruro y Potosí aumentaron las tarifas de los pasajes más de un 30%, lo que provocó marchas de protesta en esas ciudades.