El presidente de Ecuador Rafael Correa regresa a Quito con proyectos firmados con el gobierno de Turquía que impulsarán el área comercial y también con varias promesas hechas a los ecuatorianos residentes en España, donde la crisis amenaza con dejar sin trabajo y vivienda a miles de ecuatorianos.
En un enlace realizado desde Europa, Correa dijo que "todo lo que esté a nuestro alcance hacer, para que su estadía sea más fácil, menos compleja, tengan la seguridad que lo haremos. Sabemos que en estos momentos sobre todo aquellos que tienen el problema de las hipotecas, requieren mucha asesoría jurídica, hace tres meses ya tenemos un equipo de abogados" trabajado en estos temas.
El presidente también se refirió a la posicion de Ecuador respecto a Siria, afirmando que "lo que no vamos a aceptar nunca en el caso sirio es lo que se hizo con Libia, bombardeos, intervención extranjera, etc. El problema sirio lo resuelve el pueblo sirio", afirmó.
Mientras tanto, respecto a la marcha indígena que empezó el pasado 8 de marzo desde el sur de Ecuador y que continua su recorrido recibiendo cada vez más adhesiones y simpatizantes, quiere llegar a Quito el 22 de este mes para exigir al presidente un cambio de actitud en la ejecucion de su gobierno.
Sin embargo Correa advirtió a los marchistas que "ya cambiaron el discurso, que es pacífica la manifestacion, etc. Pero tenemos grabadas intervenciones donde hablaban del fin del gobierno, del fin del correismo. Y el 22 de marzo, cuando entren a Quito, esperamos en forma pacifica, bienvenidos. Pero ahi si ellos son quinientos, estaremos cincuenta mil diciendo que la revolución ciudadana no dará un paso atrás".
El 22 de marzo se daría entonces un encuentro entre quienes exigen al presidente reinvidicar su estilo de gobernar con sus simpatizantes, como ocurrió el 8 de marzo, donde a decir del primer mandatario resultó triunfante. Las fuerzas volverán a medirse esta semana.