La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, anunció el jueves que su gobierno inició un diálogo con dirigentes del partido del expresidente Evo Morales con el fin de reducir las tensiones existentes el país desde hace casi un mes.
Anteriormente, Áñez dijo que Morales no estará habilitado para participar en las nuevas elecciones que convocará su gobierno y exhortó al partido Movimiento al Socialismo (MAS) del expresidente a buscar otro candidato.
En el diálogo participan, según dijo a los periodistas el nuevo ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano, delegados de la presidenta interina y congresistas del MAS, en particular la senadora Adriana Salvatierra, ex titular de la cámara alta, y la diputada Betty Yañíquez.
"Vamos a conversar con ellos, estamos en una mesa de diálogo (...) Lo que queremos lograr es la pacificación del país", dijo Justiniano.
El ministro explicó que las negociaciones están en un receso para estudiar las condiciones presentadas por el MAS para establecer un acuerdo.
El MAS pidió una ley que les garantice que no habrá persecución política y salvoconductos para todos sus dirigentes, dijo Justiniano.
Ambas condiciones, dijo, les serían concedidas si se llega a “un ámbito de pacificación”.
Justiniano dijo que incluso el gobierno podría permitir el retorno a Bolivia de Evo Morales, quien se encuentra asilado en México desde el martes.
"No tiene problema (para regresar), es un ciudadano más", sostuvo.
En Nueva York, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, anunció que enviará a Jean Arnault, su enviado especial, para establecer contacto “con todos los actores” políticos para contribuir a la pacificación de Bolivia.
La salida del líder indígena continúa generando tensiones entre sus seguidores y opositores.
El jueves hubo nuevas protestas de partidarios y simpatizantes de Morales en las calles de La Paz, pero no hubo informes de violencia.