A raíz de la concesión de asilo político al expresidente de Bolivia Evo Morales en México, la polémica se ha desatado en la nación azteca entre distintas fuerzas políticas.
El Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), ciertos sectores opositores y gran parte de la izquierza están de acuerdo con la decisión del presidente Manuel A. López Obrador de conceder el asilo a Morales, pero el Partido de Acción Nacional (PAN) considera que fue un error, al considerar al boliviano “un dictador”.
Morales renunció a la presidencia del país andino el pasado domingo, presionado por las acusaciones de fraude electoral y conminado por los militares. El martes llegó a México en condición de asilado.
En su tradicional conferencia mañanera el miércoles, López Obrador no descartó reunirse con Evo Morales, y confirmó que se encuentra en una vivienda proporcionada por su gobierno, con la debida protección. Además calificó de mezquinas las críticas.
“Yo quiero que él tenga tiempo y libertad para sus cosas y soy respetuoso de sus tiempos, de su agenda, él debe de sentirse en México como en su casa. Eso sí”, declaró el mandatario.
Sin embargo, el dirigente del PAN, Marko Cortés Mendoza, expresó su rechazo a la decisión del presidente López Obrador de dar asilo a quien, dijo, violentó la voluntad popular para perpetuarse en el poder e incluso cometió fraude.
“Lo que es inaceptable es que México quiera dar asilo político a un dictador, aquí en México no son bienvenidos los dictadores, nosotros no vemos adecuado, correcto, que en México se abra la puerta a quien hizo sufrir a un pueblo y a quien buscó mantenerse en el poder a costa de lo que sea”, señaló.
Evo Morales recibió el nombramiento de Huésped Distinguido de la Ciudad de México de manos de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum y ofreció una rueda prensa, donde no descartó que podría retornar a Bolivia.