Los bomberos en Portugal estaban el lunes a punto de controlar un masivo incendio forestal de cuatro días cerca de una popular zona turística, mientras una ola de calor sigue azotando Europa.
La Agencia de Protección Civil dijo que los bomberos habían contenido 95% de las llamas en las montañas junto a la costa de Algarve, en el sur, aunque seguían temiendo resurgimientos y cambios en los vientos.
La noticia causó alivio entre locales y turistas que se pasaron tensas horas tras la noche del domingo cuando el enorme siniestro pasó a la orilla de Monchique, un pueblo de 2.000 habitantes 250 kilómetros (155 millas) al sur de Lisboa.
Altas columnas de humo se veían desde las famosas playas de Algarve.
Cuando el humo se despejaba el lunes, 13 aviones rociadores de agua, incluyendo dos de Canadá, llegaron al área. Más de 1.100 bomberos fueron desplegados para combatir las llamas.
Cuarenta y cuatro personas necesitaron asistencia médica mientras las llamas pasaron por las afueras de Monchique, una localidad a 250 kilómetros (155 millas) al sur de Lisboa, durante la noche, explicó la Agencia de Protección Civil. Una mujer de 72 años sufrió lesiones graves.
En el resto de Europa seguían sintiéndose los efectos de una ola de calor.
En Francia, donde se cerraron temporalmente cuatro reactores por el calor, tres ciudades prohibieron la circulación de los autos más contaminantes por la polución.
Se espera que Francia pase lo peor de la ola de calor el martes, aunque las temperaturas permanecerán altas hasta el jueves.
Tras cuatro días de intenso calor que hizo que los termómetros alcanzasen cifras record en Portugal, sobrepasando los 45 C (113 F), las autoridades lusas prevés que a partir del lunes irán en descenso. La región del Algarve, una región turística del sur cuyas playas son muy populares entre los turistas europeos, no pasará de los 30 C (86 F), mientras que Lisboa se quedará en 33 C (91 F).
Sin embargo, zonas del sur y del noreste del país seguirán en "riesgo extremo" de incendio, según la previsión de la agencia nacional de meteorología.
El descenso del mercurio ayudó a crear condiciones "mucho más favorables" para los efectivos que luchan contra el fuego de Monchique, dijo el jefe del departamento local de bomberos, Abel Gomes, en una conferencia de prensa.
Durante la noche se desalojaron docenas de casas y un hotel próximos a la localidad, que tiene 2.000 habitantes y un popular spa.
Las llamas, avivadas por el viento, avanzaron rápido por los secos bosques de pinos y eucaliptos en una colina bastante inaccesible próxima a las famosas playas de Algarve.