Las temperaturas en Portugal, que han mostrado los registros más altos en la ola de calor que afecta a Europa, empezaban a descender el domingo desde niveles casi históricos, aunque 800 bomberos y 12 aviones seguían luchando por apagar un incendio forestal que seguía vivo por tercer día en el sur del país.
La ola de calor ha provocado sequía y fuegos en Europa de Suecia a Grecia, donde el mes pasado 91 personas murieron en un incendio. En algunas partes de Portugal, las temperaturas escalaban a casi 47 grados centígrados el jueves y el sábado, rozando el récord del país de 47,3 grados y el europeo de 48 grados, marcado en Atenas en 1977.
Las llamas han consumido más de 1.000 hectáreas de bosque, un área del tamaño de más de 1.200 campos de fútbol, en la zona montañosa de Monchique, en la turística región del Algarve al sur de Portugal. Las autoridades desplegaron 130 soldados para ayudar en las tareas de extinción.
“Es un escenario terrible y teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas, no va a mejorar hoy”, dijo el comandante de protección civil, el coronel Manuel Cordeiro.
El año pasado unos catastróficos incendios forestales mataron a 114 personas y esta vez las autoridades se apresuraron a evacuar a más de 100 personas de varios pueblos en Monchique. Imágenes de televisión mostraban los automóviles y las casas carbonizadas que sus habitantes habían dejado atrás.
Alerta de Incendio
Seis personas resultaron heridas al tratar de escapar el sábado de otro incendio ya extinguido en Estremoz, cerca de la frontera con España, dijeron las autoridades.
Bomberos de Portugal y España combatían un incendio que devoró árboles y arbustos secos cerca de Badajoz en el sur de España y las autoridades españolas alertaron que toda la región de Extremadura se encontraba bajo un riesgo extremo de incendios forestales.
En Lisboa, la temperatura alcanzó un récord de 44 grados el sábado, dejando prácticamente vacías las calles de la ciudad, habitualmente repletas de turistas. El servicio meteorológico IPMA prevé 42 grados en la capital lusa el domingo y una máxima de 44 en el interior centro-oeste del país. La mayoría de las regiones permanecen en alerta roja por incendios y golpe de calor hasta el lunes. Para el martes, se espera que los termómetros se sitúen por debajo de los 40 grados.
Una masa de aire caliente procedente del norte de África ha sido la causante de la ola de calor más severa en la península ibérica desde 2003, uno de los peores años en materia de incendios desde que hay registros.
La sequía más larga de las últimas décadas ha drenado los ríos en Holanda y campos de trigo se han visto devastados en el norte de Europa, haciendo subir el precio del cereal.
En Francia las altas temperaturas registradas en ríos como el Ródano y el Rin, cuyas aguas refrigeran tres centrales nucleares del país, obligaron a la parada temporal de cuatro reactores.
Tres personas murieron en España por las altas temperaturas, dos en Murcia y otro en Barcelona, dijeron los servicios de emergencia. Dos personas resultaron heridas y seis chalés sufrieron daños en un incendio forestal que afectó a una urbanización de la localidad madrileña de Alalpardo.
Suecia vivió el mes de julio más caluroso de su historia y sufrió incendios forestales en varias partes del país.
El país escandinavo y Polonia, uno de sus vecinos del mar Báltico, alertaron contra el baño por la gran proliferación de algas tóxicas que se extienden por las altas temperaturas.