La Unión Europea planea nuevas contenciones de la crisis ante la posibilidad de que el nerviosismo en el mercado de bonos comenzara a afectar a Portugal y España.
Estos dos países son los más vulnerables a seguir los pasos de Grecia e Irlanda de entre los 16 que componen la eurozona, según señalan los expertos.
El último rescate financiero producido en Irlanda podría forzar a Portugal y España a tomar medidas similares ante el debilitamiento de sus mercados, cuyo crédito se encareció tras este último aporte a Irlanda.
El temor de la Unión Europea señala a que estos países suspendan sus pagos por insolvencia. Los inversionistas "apuntan su mirada a su próximo objetivo" y Portugal parece ser el blanco, dijo Emilie Gay, analista de Capital Economics, en Londres.
Portugal representa menos del 2% de la economía total de la eurozona, pero si necesita un rescate pondría un apremio mayor a la situación de España, la cuarta mayor economía de la UE, y traería repercusiones graves para todo el bloque.
Según los analistas de Capital Economics, un rescate para España tendría un riesgo "muy bajo" pero "el costo sería devastadoramente alto". Madrid ya ha dado los primeros pasos colocando bonos en los mercados ante la demanda de intereses más altos en su venta de títulos por parte de los intermediarios financieros.
