La policía de Honduras arrestó a por lo menos cuarenta simpatizantes del depuesto presidente Manuel Zelaya y detuvo a otros 40 durante el segundo día de protestas en la capital de la nación.
En Tegucigalpa, manifestantes apedrearon a las fuerzas policiales y rompieron las ventanas de un restaurante de comida rápida.
Los violentos enfrentamientos se produjeron después que varios manifestantes atacaron al vicepresidente del Congreso, Ramón Velázquez, cuando salía de su despacho.
La policía hondureña respondió lanzando gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
Otra manifestación en apoyo a Zelaya fue neutralizada en la noroccidental ciudad industrial San Pedro Zula.
Zelaya fue despojado del poder a finales de junio, y las conversaciones mediadas por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, para poner fin a la crisis han logrado muy poco progreso, hasta el momento.