La avenida 9 de julio tiene al menos diez carriles en cada sentido. El escenario abarcaba la mitad, y la avenida se extendía al menos un kilómetro más hacia el norte. Pero la gente no cabía.
Para todos los demás, la voz del tenor español Plácido Domingo llegaba desde el cielo. “Son hermosas estas canciones”, dice Marcela con un tono dulce. Es la primera vez que escucha al tenor en directo y está conmocionada.
Al igual que Cristina, que olvidando que era un evento en la calle y con centenares de personas decidió que a la ópera hay que ir bien vestido y se calzó su mejor traje. “Cantó un repertorio muy generoso, canta divino, tiene una voz espectacular”. Esta compatriota del cantante convenció a todo su grupo de amigos para ir al concierto al aire libre.
Marcela y Cristina estaban contentas de haber llegado a los alrededores, y aunque se quedaron sin verlo, escucharlo mereció la pena, dicen.
Hacía trece años que Plácido Domingo no llegaba a Argentina, pero ayer recompensó todos esos años de ausencia con un brillante concierto concierto gratuito frente al Obelisco de Buenos Aires.
Debido a las malas condiciones meteorológicas, el concierto, que estaba previsto para el miércoles 23 de marzo, se postergó al jueves 24 de marzo a partir de las 20 horas.
El tenor español deleitó al público con un conjunto de arias de ópera, zarzuelas, canciones populares y dos tangos. El Obelisco se llenó de gente, y aunque no todos pudieron contemplar el espectáculo, cuatro pantallas gigantes retransmitirán la imagen para los que no pudieron acercarse más.
Plácido Domingo no actuaba en Argentina desde 1998, por lo que su llegada se esperaba con inquietud en las calles de la ciudad.
Domingo estuvo respaldado por la Filarmónica y la Orquesta Estable del Teatro Colón, que accedieron a acompañarlo en el Obelisco, aún cuando se mantienen desde hace varios meses en huelga.
