El gobierno peruano declaró el jueves tres días de duelo nacional por la muerte del expresidente Alberto Fujimori, quien falleció el miércoles de cáncer, mientras es velado en el Ministerio de Cultura hasta donde han llegado autoridades y simpatizantes.
"El Poder Ejecutivo declaró Duelo Nacional los días 12, 13 y 14 de septiembre de 2024... Asimismo, se ha dispuesto que los funerales del exmandatario reciban las honras fúnebres correspondientes a un presidente en ejercicio", dicta un artículo de la gaceta oficial “El Peruano”.
Al exmandatario, quien gobernó el Perú entre los años 1990 y 2000, desde hace varios años le afectaba un cáncer a la lengua y recientemente había sido operado por una fisura en la cadera tras una caída. Murió en la vivienda de su hija, Keiko Fujimori, a los 86 años de edad.
Sus familiares dispusieron que su velatorio sea abierto al publico hasta el sábado, cuando será enterrado en un cementerio de las afueras de Lima.
Hacia el mediodía del jueves, la presidenta Dina Boluarte acudió a dar sus condolencias, junto a otros miembros de su gabinete, se acercó al féretro del exmandatario y dialogó con sus hijos.
Boluarte, quien tiene un nivel de rechazo que supera el 80 %, según las encuestas, ha sobrevivido a siete intentos de destitución gracias a la protección de una coalición de grupos políticos en el Parlamento, incluido el partido fujimorista.
Horas antes, varios simpatizantes llegaron a la casa de Keiko Fujimori elogiando al gobierno de su padre, una figura política polémica y que genera reacciones de amor y odio entre los peruanos. Tuvo una condena de 25 años por dos matanzas durante su gobierno, que quedó trunca tras recibir un indulto humanitario.
César Aquije, de 55 años, llevaba un letrero que él mismo confeccionó que tenía escrito “gratitud, ingeniero Alberto Fujimori” junto a un dibujo de un corazón blanquirrojo, informó AP. El comerciante dijo que estaba en la peluquería cuando escuchó la noticia y no dudó en decirle a su esposa, que pese a que ya era de noche, era necesario ir a la casa del expresidente.
“Recuerdo los colegios que hizo y las carreteras”, dijo Aquije, nacido en la región de Ica, al sur de Lima.
Pero otros criticaron al gobierno de Boluarte y el legado de Fujimori. “Muere Fujimori, condenado por violaciones a DDHH y corrupción y un gobierno asesino como el de los 90 le rinde homenaje”, dijo en X, antes Twitter, Gisela Ortiz, hermana de uno de los 25 peruanos asesinados por un grupo de militares durante el gobierno de Fujimori.
“Mensajes oficiales de pesar cuando para sus crímenes hay impunidad. Queda tu memoria, mi hermano y todo el amor por el que seguimos luchando”, dijo Ortiz.
Asociaciones de derechos humanos se organizaban para realizar manifestaciones en contra del expresidente.
Su hija mayor Keiko, de 49 años, y el menor, Kenji, de 44, que en los últimos años mantuvieron una encarnizada disputa política que llevó al menor a una condena por corrupción, estuvieron al frente del velatorio, a veces tomados de la mano y ambos vestidos de negro.
Además de su condena como autor mediato por asesinato, el expresidente también recibió otras tres condenas por corrupción, una de ellas por pagar 15 millones de dólares usando dinero de las arcas públicas a su exjefe de espías Vladimiro Montesinos casi al final de su gobierno en 2000.
El expresidente no se arrepintió de sus crímenes ni pagó una reparación civil. En libertad reactivó sus redes sociales y afirmó que su gobierno defendió al pueblo y combatió al grupo terrorista Sendero Luminoso.
Fujimori, de 86 años, fue declarado muerto alrededor de las 18:00 horas del miércoles, dijo a la prensa su oncólogo José Gutiérrez. Indicó que padecía un cáncer en la lengua que se replicó en los pulmones luego de que en julio fue operado de una fractura en la cadera ocasionada tras caerse de la cama mientras dormía. Había estado inconsciente desde el martes por los efectos de su tratamiento.
En diciembre el expresidente abandonó la cárcel luego de que el Tribunal Constitucional restituyó un indulto por sus malas condiciones de salud otorgado en 2017 por el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) y el gobierno de Boluarte cumplió con la excarcelación. Salió 10 años antes del fin de su condena a 25 años.
[Con información de AP]
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