El Departamento de Defensa de Estados Unidos presentará el jueves planes a la Casa Blanca para enviar entre 5.000 y 10.000 soldados más a Medio Oriente, en momentos en que crece la tensión con Irán.
Funcionarios que hablaron en condición de anonimato dijeron a las agencias Reuters y AP que el pedido fue realizado por el Comando Central de Estados Unidos, pero señalaron que no es claro si el Pentágono lo aprobaría. Como práctica, el Pentágono se encarga de recibir y rechazar requerimientos para recursos adicionales solicitados por comandantes estadounidenses donde estén emplazados.
Según las fuentes que hablaron con Reuters, se trata de un pedido de 5.000 soldados adicionales, mientras que funcionarios que conversaron con AP dijeron que serían 10.000 efectivos adicionales los solicitados.
Otros detalles no fueron reportados. "Como una política de larga data, no vamos a discutir o especular sobre posibles planes futuros y requerimientos de fuerzas", dijo a Reuters la comandante Rebecca Rebarich, una portavoz del Pentágono.
La hostilidad entre Teherán y Washington ha escalado desde que el presidente Donald Trump decidió recortar a cero las exportaciones de petróleo de Irán y aumentar la presencia militar estadounidense en el Golfo Pérsico.
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Los funcionarios dijeron a AP que no se había tomado una decisión final, y que no está claro si la Casa Blanca aprobaría enviar a todos o sólo algunos de los soldados solicitados. Agregaron que la medida no es en respuesta a una nueva amenaza de Teherán, sino que su objetivo es reforzar la seguridad en la región. Las tropas serán fuerzas defensivas, y también se analiza la inclusión de sistemas de misiles Patriot, más navíos y un aumento en los esfuerzos por monitorear a Irán, especificaron.
La reunión del jueves en la mañana se llevará a cabo en un momento en que las tensiones con Irán continúan acumulándose, y no está claro si la decisión se tomaría durante la sesión.
Cualquier medida para desplegar más fuerzas al Medio Oriente marcaría un cambio en el proceder del presidente Trump, quien reiteradamente ha enfatizado la necesidad de reducir la presencia de soldados de Estados Unidos en la zona.
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Los funcionarios estadounidenses han proporcionado pocos detalles sobre alguna amenaza iraní, pero indicaron que en un principio involucraba a misiles cargados en pequeños buques iraníes. Esta semana los funcionarios dijeron que los misiles fueron retirados de los barcos cerca de la costa de Irán, pero persisten otras amenazas marítimas.
Durante las sesiones informativas a puerta cerrada del martes para el Senado y la Cámara de Representantes, los líderes de defensa dijeron a los funcionarios legislativos que Estados Unidos no quiere una guerra contra Irán, sino que desea enfriar la situación.
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El secretario de Defensa interino Patrick Shanahan y el secretario de Estado Mike Pompeo dijeron a los legisladores que Estados Unidos busca disuadir, no provocar, a Irán, incluso cuando acusan a Teherán de poner en riesgo los intereses de Washington en Medio Oriente.
La Casa Blanca ha sugerido el diálogo, pero el presidente iraní, Hassan Rouhani, rechazó cualquier posible conversación con Estados Unidos y pidió el martes que se otorgue al gobierno más poder para dirigir una economía local golpeada por la "guerra económica": "La situación de hoy no es adecuada para conversaciones y nuestra elección es solo la resistencia", dijo Rouhani a la agencia estatal de noticias IRNA.
(Con información de Reuters y AP)