Un cohete cayó el domingo por la noche en la fortificada Zona Verde de la capital iraquí, a menos de una milla de la embajada de Estados Unidos, dijo un portavoz militar iraquí.
El aparente ataque, que según la agencia de noticias estatal iraquí no causó víctimas, se produjo en medio del aumento de las tensiones en el Golfo Pérsico, luego de que la Casa Blanca envió buques de guerra y bombarderos a la región a principios de este mes para contrarrestar una supuesta amenaza de Irán.
Estados Unidos también ha ordenado que personal diplomático no esencial en Irak salga del país.
Fue el primer ataque de este tipo desde septiembre, cuando tres proyectiles de mortero cayeron en un lote abandonado dentro de la Zona Verde.
No hubo comentarios inmediatos del Departamento de Estado ni de la Embajada de Estados Unidos en Irak sobre el ataque del domingo.
Los reporteros de Associated Press en el lado este del río Tigris, frente a la Zona Verde, escucharon una explosión, después de la cual las sirenas de alerta sonaron brevemente en Bagdad.
El portavoz militar iraquí general de división Yahya Rasoul dijo a The Associated Press que un cohete Katyusha cayó cerca de la estatua del Soldado Desconocido, a menos de una milla de la embajada de Estados Unidos. Dijo que el ejército está investigando la causa, pero que se cree que el cohete fue disparado desde el este de Bagdad. El área es hogar de milicias chiítas respaldadas por Irán.
La agencia de noticias estatal iraquí dijo que un cohete Katyusha se estrelló dentro de la Zona Verde sin causar víctimas.
A medida que aumentan las tensiones entre EE.UU. e Irán, existe la preocupación de que Bagdad pueda quedar nuevamente atrapada en el medio, justo en el camino hacia la recuperación. El país alberga a más de 5,000 soldados estadounidenses y es el hogar de poderosas milicias respaldadas por Irán, algunos de los cuales quieren que esas fuerzas estadounidenses se vayan.
Las fuerzas estadounidenses se retiraron de Irak en 2011, pero regresaron en 2014 por invitación de Irak para ayudar a combatir al grupo Estado Islámico después de que éste se apoderó de vastas áreas en el norte y oeste del país, incluida Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak. Una coalición liderada por Estados Unidos proporcionó un apoyo aéreo crucial cuando las fuerzas iraquíes se reagruparon y expulsaron a ISIS en una costosa campaña de tres años.
Milicias respaldadas por Irán lucharon contra el Estado Islámico junto a las tropas iraquíes apoyadas por Estados Unidos, ganando una influencia y poder más grandes.
Ahora, en medio de un conflicto creciente entre Estados Unidos e Irán, Irak es una vez más vulnerable a quedar atrapado en el juego de poder. Un ataque dirigido a los intereses de Estados Unidos en Irak sería perjudicial para los recientes esfuerzos del país por recuperar y reclamar su estatus en el mundo árabe.
El 8 de mayo, Pompeo hizo un viaje a la capital iraquí sin previo aviso luego de la abrupta cancelación de una visita a Alemania, y le dijo a la inteligencia iraquí que Estados Unidos había estado recogiendo información de que Irán está amenazando los intereses estadounidenses en el Medio Oriente, aunque no ofreció detalles según dos funcionarios iraquíes.
Unos días más tarde, a medida que aumentaban las tensiones entre Estados Unidos e Irán, el Departamento de Estado ordenó a todo el personal gubernamental no esencial y que no era de emergencia abandonar el país.
Los empleados del gigante energético ExxonMobil también comenzaron a evacuar un campo petrolero en la provincia de Basora, en el sur de Irak.