El secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, dijo el lunes que Estados Unidos no tiene la intención de apoderarse del petróleo de Irak, distanciándose de una propuesta del presidente Donald Trump durante la campaña presidencial de tomarlo como “botín de guerra” y para evitar que el grupo Estado islámico lo vendiera.
Mattis habló con reporteros que viajaban con él a Irak para una visita no anunciada, la cual se produjo en el segundo día de una ofensiva militar para expulsar al Estado islámico de la parte occidental de la ciudad de Mosul.
"Creo que todos nosotros aquí en esta sala, todos nosotros en Estados Unidos, generalmente hemos pagado por nuestro gas y petróleo todo el tiempo, y estoy seguro de que vamos a seguir haciéndolo en el futuro", dijo Mattis. "No estamos en Irak para apoderarnos del petróleo de nadie".
Su estadia en Irak incluye reuniones con el primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, y otros funcionarios, así como con el teniente general Stephen Townsend, que comanda la coalición liderada por Estados Unidos que trabaja para derrotar al Estado islámico.
Mattis está en el proceso de elaborar su propio plan para acelerar la lucha contra el Estado Islámico, que Trump ordenó el 28 de enero, el cual le debe ser presentado al presidente dentro de 30 días.
Al comenzar la ofensiva de Mosul el domingo, Mattis dijo que el papel de Estados Unidos, que ha sido el de atacar por aire y asesorar las tropas iraquíes, seguirá siendo el mismo.
"El ataque a la ciudad es algo sobre lo que no quiero entrar en detalles, porque le debo confidencialidad a las tropas que están haciendo el ataque, pero […] estamos comprometidos en esa lucha", dijo. "Las fuerzas estadounidenses continúan en el mismo papel que estaban en el este de Mosul y las fuerzas de la coalición apoyan esta operación, y continuaremos, como ustedes saben, con el esfuerzo acelerado de destruir a ISIS".
Las tropas iraquíes expulsaron el estado islámico de la parte oriental de Mosul el mes pasado después de una campaña que duró más de 100 días. Abadi anunció el lanzamiento de la operación occidental de Mosul el domingo, describiéndola como una "nueva fase en la operación".
"Nuestras fuerzas están comenzando a liberar a los ciudadanos del terror de Daesh", dijo, usando un acrónimo árabe para el grupo militante que se apoderó de Mosul a mediados de 2014. Abadi también instó a las fuerzas de seguridad a respetar los derechos humanos mientras continúa la lucha.
Funcionarios militares estadounidenses han advertido que la lucha por la parte occidental de la ciudad probablemente será mucho más dura.
Las fuerzas de operaciones especiales iraquíes, el ejército regular y unidades de la policía federal participan en la ofensiva junto a fuerzas paramilitares aprobadas por el gobierno.
Las Naciones Unidas advirtieron que cientos de miles de civiles están en riesgo en Mosul.
"La situación es angustiosa, la gente ahora está en problemas", dijo Lise Grande, coordinadora de la ONU para Irak. "Estamos escuchando informes de padres en dificultades para alimentar a sus hijos y calentar sus hogares’’, dijo Grande.