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Pence advierte a Corea del Norte: “La espada sigue lista”


El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, (centro) habla a soldados estadounidenses y fuerzas de autodefensa japonesas desde el portaaviones USS Ronald Reagan, en la base de la Armada estadounidense en Yokosuka, sur de Japón, el miércoles, 19 de abril de 2017.
El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, (centro) habla a soldados estadounidenses y fuerzas de autodefensa japonesas desde el portaaviones USS Ronald Reagan, en la base de la Armada estadounidense en Yokosuka, sur de Japón, el miércoles, 19 de abril de 2017.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, dijo este miércoles desde la cubierta de un portaviones anclado en Japón, que “Estados Unidos siempre buscará la paz" pero advirtió que "bajo el presidente Trump, el escudo está en guardia y la espada continúa lista”, en referencia a las amenazas de Corea del Norte.

Vestido con una chaqueta militar verde olivo y abordo del USS Ronald Reagan actualmente en mantenimiento en la base naval de Yokosuka, en la bahía de Tokio, el vicepresidente aseguró que Estados Unidos continuará “trabajando diligentemente” con aliados como Japón, China y otras potencias para aplicar presión económica y diplomática sobre Pyonyang. Pero dijo a los marineros: “Como saben todos ustedes, estar listos es la clave”.

El discurso de Pence, en el que también advirtió sobre una respuesta “abrumadora y eficaz” al uso de cualquier arma convencional o nuclear norcoreana, contrastó con las revelaciones hechas el martes de que una “armada” supuestamente enviada por el presidente Trump hacia el mar de Japón como disuasivo a las amenazas norcoreanas había tomado rumbo opuesto, hacia el Océano Índico, en continuación de sus planes de participar en ejercicios militares con Australia.

“Estamos enviando una armada. Muy poderosa”, había dicho Trump el 12 de abril.

El Comando del Pacífico dijo a última hora del martes que el grupo de ataque —formado por el portaviones USS Carl Vinson y otros buques de guerra con una masiva capacidad de ataque— todavía lejos de Corea del Norte, procedería ahora hacia el Pacífico Oriental tal como se había ordenado.

Corea del Norte no realizó un ensayo nuclear el fin de semana pasado como lo había insinuado, pero sí celebró el Día del Sol con una parada militar en la que exhibió nuevos misiles, y lanzó fallidamente uno de ellos al día siguiente.

Debilidad retórica

La presunta confusión en las comunicaciones estadounidenses pareció quitarle mérito a la retórica de fuerza del gobierno de Trump.

“Si los amenazas, y tu amenaza no es creíble, solo va a servir para socavar lo que quiera que tengas como política hacia ellos”, dijo el experto Joel Wit, del grupo de monitoreo 38 North, que funciona en la escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins.

De manera similar opina el analista Bong Young-shik, del Instituto para estudios norcoreanos de la Universidad Yonsei en Seúl.

“Sin tomar el riesgo de actuar militarmente en la Península Coreana no se puede disuadir al liderazgo en Pyongyang de continuar buscando y construyendo armas nucleares y programas de misiles”, dijo.

Sin embargo, el analista Daniel Pinkston, de la Troy University de Seúl, dice que la política de presión militar incremental no solo es debilitada por los mensajes confusos sobre el despliegue de una fuerza naval de ataque, sino también por la oposición a la acción de importantes aliados como Japón y Corea del sur.

“Ellos no van a apoyar las aventuras militares para jugársela con la ejecución de algún tipo de operación militar preventiva en contra de Corea del Norte. Eso no va a suceder”, dijo Pinkston.

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