El papa Francisco partió de Kenia este viernes rumbo a Uganda para la segunda etapa de su gira por tres naciones africanas.
Antes de su partida, el sumo pontífice visitó un barrio marginal de Nairobi donde condenó lo que llamó “injusticias” de la pobreza urbana y las condiciones de vida por debajo de los mínimos.
“Estoy aquí –dijo– porque quiero que sepan que sus alegrías y esperanzas, su problemas y sus lamentos no son indiferentes para mi. Me doy cuenta de las dificultades que experimentan diariamente. ¿Cómo podría no denunciar las injusticias que sufren ustedes?”.
El papa insistió que todas las personas deben tener acceso a un sistema de drenaje básico, recolección de basura y electricidad, así como escuelas, hospitales e instalaciones deportivas.
Subrayó que tener agua limpia es un derecho humano básico.
Durante su último evento público en Kenia, al pontífice le fue planteada la pregunta de qué pueden hacer los jóvenes para evitar que sus amigos y familiares sean seducidos por ideologías radicales que les hacen desear dejar sus poblados para unirse a grupos extremistas.
El papa indicó que lo primero que hay que hacer es asegurarse de que los jóvenes tengan educación y un empleo. Dijo: "Si un joven carece de trabajo, ¿qué clase de futuro tiene él o ella? De allí surge la idea de ser reclutado".