Más de la mitad de los 299 migrantes de terceros países que han llegado a Panamá en vuelos de deportación desde Estados Unidos aceptaron regresar a sus naciones de origen, informó el Ministro de Seguridad Pública panameño, Frank Ábrego.
Los retornados son ciudadanos de países como Irán, China, Afganistán y Siria, y llegaron al territorio centroamericano en virtud de un acuerdo con Washington, que financiará las operaciones de repatriación a través de dos agencias de Naciones Unidas.
“Hay 171 de ellos (los migrantes deportados) que han aceptado regresar en forma voluntaria. Ya hubo una primera ciudadana de origen irlandés que ya regresó a Dublín”, explicó Ábrego el miércoles.
Horas más tarde, el Ministerio de Seguridad Pública publicó en X que la cifra se elevó a 175. "Hasta ahora se han adquirido 41 pasajes aéreos: 9 para Turquía, 17 para la India, 8 para China, 5 para Georgia, 1 para Nepal y 1 para Kosovo", detalló el comunicado.
De los 299 migrantes, 157 son mujeres, 142 son hombres y 12 pertenecen a grupos familiares, detalló el texto.
El ministro Ábrego explicó que los migrantes deportados no están detenidos, sino bajo “protección” del gobierno panameño.
Varios medios locales e internacionales reportaron que las condiciones en las que son mantenidos los extranjeros no son las apropiadas. Fueron difundidas imágenes de varias personas sosteniendo carteles pidiendo ayuda desde las ventanas de un hotel donde están hospedados.
Un cartel con la frase en inglés: “We are not safe in our countries” (No estamos a salvo en nuestros países), envió un mensaje de que muchos de los retenidos temen por sus vidas en caso de ser repatriados. De momento, la prensa no ha tenido acceso a declaraciones de los migrantes.
El Ministro de Seguridad panameño recordó que el acuerdo con EEUU establece que la Organización Internacional de Migraciones y la Agencia de la ONU para los Refugiados verificarán las condiciones de los migrantes antes de regresar a sus países.
Panamá no ofrecerá asilo
Ábrego dijo que aquellos migrantes que no deseen retornar deberán buscar un tercer país que esté dispuesto a recibirlos.
“Debemos aclarar que Panamá en ningún momento les va a ofrecer, ni les ha ofrecido asilo a ninguna de estas personas. Igual están en su derecho a través de la oficina nuestra de la ONPAR (Oficina Nacional para la Atención de Refugiados) el poder solicitar el asilo, y si así nuestras autoridades lo deciden, pues con mucho gusto”, explicó el funcionario.
Hasta el momento, 97 migrantes han sido trasladados al albergue de San Vicente, ubicado en la provincia de Darién, y ocho más serán transportados a este mismo lugar en las próximas horas, reveló el Ministerio de Seguridad en el comunicado publicado en X.
Por su parte, el Servicio Nacional de Migración informó este miércoles que una ciudadana china, identificada como Zheng Lijuan, se fugó del hotel donde estaba hospedada con los migrantes deportados.
Horas más tarde, el ministro Ábrego dijo en su cuenta de X sobre la recuperación de Zheng, "la cual se había evadido del centro de recepción provisional para migrantes en transito, en complicidad con un grupo de traficantes de seres humanos".
“Comunico que hemos recuperado a la ciudadana de origen asiático, evadida en complicidad con un grupo de traficantes de seres humanos, los cuales le abandonaron muy cercano al CATEM (Centro de Acogida Temporal para Migrantes) Costa Rica”, afirmó el funcionario.
Piden definir estatus de deportados
La Defensoría del Pueblo de Panamá pidió esta semana al Servicio Nacional de Migración emitir una resolución que determine el estatus de los migrantes deportados desde Estados Unidos, mientras se gestionan sus procedimientos de repatriación.
Tras visitar y entrevistar al grupo en el hotel donde se encontraban alojados, la entidad sugirió que la resolución podría adoptar la figura de “no admisión a territorio panameño” o una “estadía de corta duración”, en concordancia con la normativa migratoria vigente y el derecho humanitario internacional.
“En cuanto a su documentación, hay algunos que no tenían pasaportes, otros que sí tienen. Sin embargo, la Organización Internacional de Migración y la Agencia de la ONU para los Refugiados están trabajando en los salvoconductos para poder retornarlos a los países, a quienes decidan retornar voluntariamente, y a los otros a terceros países”, dijo Eduardo Leblanc González, defensor del Pueblo de Panamá.
Los migrantes deportados llegaron al país en un periodo marcado por las tensiones entre Panamá y Estados Unidos, debido a las declaraciones del presidente Donald Trump de que su gobierno buscará retomar el control del Canal de Panamá, tras alegar que la vía interoceánica está en peligro por la injerencia de China. Tanto Panamá como Beijing niegan repetidamente estas afirmaciones.
Panamá se convirtió en los últimos años en una ruta de paso para los migrantes de múltiples países que se encaminan hacia EEUU atravesando la peligrosa selva del Darién, frontera con Colombia. Esto llevó al presidente José Raúl Mulino en julio de 2024 a firmar con Washington un memorando de entendimiento para enfrentar la crisis.
El acuerdo le ha permitido a Panamá deportar a unos 2.000 migrantes a través de vuelos financiados por EEUU. Durante la reciente visita al país del secretario de Estado Marco Rubio, se habló sobre la posibilidad de ampliar este acuerdo bilateral.
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