Tres estudiantes fueron asesinados y cinco más permanecen en condiciones críticas tras el más reciente tiroteo masivo en Estados Unidos: esta vez en la universidad estatal de Michigan, el lunes por la noche, y a manos de un hombre de 43 años, sin ninguna conexión aparente con esa casa de estudios.
La policía lanzó una cacería humana que culminó horas después al encontrar al agresor muerto por una herida autoinfligida. Aún se desconoce la razón del ataque, pero el atacante ya había sido condenado en 2019 por posesión ilegal de arma de fuego.
Chris Rozman, subjefe de policía en universidad estatal de Michigan dijo a la prensa: "Él no era un estudiante, docente, personal, actual o previo. Eso es algo desconocido en este momento. Y eso es lo que estamos tratando de entender, es por qué ocurrió este incidente.
El ataque fue el tiroteo masivo número 67 en lo que va de 2023, según el grupo de investigación Gun Violence Archive. Y se produjo pocas horas antes del quinto aniversario del tiroteo masivo en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Florida. El atacante en 2022 evitó la condena de muerte después de haber asesinado a 17 personas.
Manuel Oliver, padre de una víctima de Parkland dijo: "Perdimos a nuestro hijo y no hay dinero que pueda igualar de ninguna manera ese dolor y sufrimiento por el que tienen que pasar más de 45.000 familias cada año".
El presidente Biden pidió el martes al Congreso que “haga más” para frenar la violencia armada, incluida la prohibición de las armas de asalto, y, recordando el quinto aniversario del tiroteo de Florida, anunció 231 millones de dólares en fondos del Departamento de Justicia para "reducir la violencia armada y salvar vidas".