Una vez que los rebeldes libios se hicieron del control de la mayor parte de Libia gracias a la ayuda de la OTAN, algunos se preguntan si la alianza atlántica podrá llevar a cabo operaciones similares en el futuro.
Durante seis meses, aviones de guerra de la OTAN atacaron a las fuerzas leales a Moammar Gadhafi, y en esencia muchos analistas aseguran que ese fue un factor decisivo para que los rebeldes pudiesen llegar a donde han llegado.
Paul Rogers, profesor de estudios de paz en la Universidad de Bradford, en Gran Bretaña, dijo no sentirse sorprendido de lo que duró el conflicto, pero sí de la forma que se precipitó el triunfo de los rebeldes en las últimas semanas de la guerra.
Según Charles Ries, experto en la OTAN y ex embajador de EE.UU. en Grecia, en medio de un panorama en el que los estadounidenses están retirando fuerzas de Irak y se inclinan a hacer lo mismo en Afganistán, sí es posible ver que la OTAN esté lista a encarar otros retos como el de Libia.
Pero Sean Kay, otro experto en la OTAN de la Universidad Wesleyan, en Ohio, no está de acuerdo y señaló que “tal vez se haya esperado mucho de la alianza y muy bien puede haber llegado el momento de empezar a pensar en hacerla volver a una postura más defensiva”.
Kay destacó el hecho de que en EE.UU existe un cansancio por la guerra y “por primera vez en la historia de la OTAN, los estadounidenses renunciaron a encabezar la operación (en Libia) al frente de los europeos”, lo que a su juicio podría ser la tónica del futuro si la alianza decide involucrarse en otra campaña militar.
El experto también apuntó que las naciones europeas miembros de la OTAN encaran problemas económicos mayores que afectarán sus presupuestos militares. “Estados Unidos sigue diciendo que Europa debe gastar más y tener más capacidad de poder hacer cosas como esa, pero los europeos enfrentan una masiva crisis de la deuda”, apuntó.
Los analistas también destacan que el presupuesto de Defensa de EE.UU. se reducirá en los próximos años, lo que inevitablemente afectará también la capacidad de la OTAN de involucrarse en futuras operaciones militares.