Aviones de guerra y helicópteros de la OTAN atacaron más objetivos en Libia, aumentando la presión contra las fuerzas leales al líder Moammar Gadhafi en Trípoli, la capital, y a lo largo de la costa.
El comandante militar británico John Kingwell destacó que el uso de helicópteros Apache está proveyendo nueva capacidad para mantener controladas las fuerzas pro Gadhafi.
“La capacidad única del helicóptero Apache es su capacidad de su muy avanzado control de fuego y radar para identificar y atacar objetivos con enorme precisión y eso es algo que no se ha logrado hasta el momento. Eso me posibilitará, si se requiere, proveer protección a la población civil en Libia donde sobrevuelan los aviones”, señaló Kingwell.
Si bien la campaña contra las fuerzas de Gadhafi se está intensificando, el secretario de Defensa británico, William Hague, rechazó que se esté apartando del mandato de la ONU de proteger a los civiles.
Mientras tanto, los líderes rebeldes de Libia se afanan en proyectar un nuevo Estado sin Gadhafi, afirmó Hague.
Al mismo tiempo los miembros de la coalición se muestran preocupados de que su salida deje un vacío de poder incapaz de cerrar el episodio de violencia que ha vivido el país.
"Estamos alentando al Consejo Nacional de Transición a completar su propuesta de transición, para diseñar con mayor detalle la semana próxima que ocurrirá el día que Gaddafi se vaya, quién dirigiría qué, ¿cómo se formará un nuevo Gobierno en Trípoli?", aseguró Hague.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, afirmó que "es sólo cuestión de tiempo" que Gadhafi renuncie. "Día tras día Gaddafi está viendo alejarse a la gente más cercana a él", dijo Gates a las tropas en Kandahar, Afganistán, respondiendo a preguntas.
"Es claro que los continuos golpes que recibe, el aislamiento internacional, está todo surtiendo efecto. La comunidad internacional en su totalidad está básicamente diciendo que tiene que renunciar", dijo Gates.