La secretaria de Estado de EE.UU. Hillary Clinton aseguró que su país "apoyará con firmeza" la operación "Protector Unificado" hasta conseguir la renuncia del presidente de Libia Moammar Gadhafi.
Por su parte la OTAN prometió, en una reunión para tratar el tema de Libia realizada en Berlín, que protegería a los civiles “tanto tiempo como sea necesario”.
"Para evitar víctimas civiles, necesitamos equipamiento muy sofisticado" y en especial "más aviones de combate, de alta precisión" para atacar objetivos terrestres sobre suelo libio, explicó el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, en la cita de jefes de la diplomacia de los países miembros.
Por primera vez, los miembros de la OTAN, que se reunieron con los otros participantes de la campaña en Libia, reclamaron conjuntamente a Gadhafi que abandone el poder, al aprobar la declaración adoptada la víspera por el llamado Grupo de Contacto sobre Libia, que reúne a los países occidentales y árabes implicados en la campaña contra el régimen.
"Apoyamos los resultados de la reunión del Grupo de Contacto en Doha y secundamos su llamamiento a Gadafi a que deje el poder", indicaron los ministros de Relaciones Exteriores en una declaración conjunta.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió por su parte una solución "política" y un "alto el fuego inmediato", durante una reunión internacional en la sede de la Liga Arabe en El Cairo.
Pero, por ahora, la comunidad internacional está falta de una hoja de ruta que pueda poner fin al conflicto.
París y Londres, que asumen el grueso de los bombardeos contra objetivos terrestres en Libia, apoyados por sólo cuatro países -- Bélgica, Dinamarca, Noruega y Canadá --, presionaron públicamente a la Alianza Atlántica para que incremente sus esfuerzos militares y evite un estancamiento del conflicto.
Pero España, que desde un principio limita su participación en la misión de la OTAN a la aplicación del embargo de armas y de la zona de exclusión aérea en Libia, rechazó de entrada una mayor implicación.
Otros tres países, Italia, Holanda y Suecia, también pusieron a disposición de la OTAN varios aviones, pero sin autorizarlos por ahora a atacar objetivos terrestres.