A raíz de la invasión de Rusia a Ucrania, la OTAN elaboró el martes la más profunda reestructuración de su estrategia desde el fin de la Guerra Fría para el caso de un ataque ruso.
Los planes altamente secretos detallan cuáles de los 31 países miembros de la alianza militar occidental serán llamados a responder a un ataque desde las zonas de los mares Ártico y Báltico, por el Atlántico norte y hasta el Mar Mediterráneo y el Mar Negro.
“La paz en la zona euroatlántica se ha derrumbado”, dijeron los líderes de la alianza en un comunicado, presentando las amenazas planteadas por Rusia y el terrorismo. “Juntos, estos planes mejorarán significativamente nuestra capacidad y preparación para disuadir y defendernos de cualquier amenaza, incluso en caso de ninguna o poca advertencia, y para asegurar el oportuno refuerzo de todos los aliados”.
Los líderes, reunidos en Vilna, Lituania, “se comprometen a asignar recursos y ejercer regularmente estos planes a fin de estar preparados para una defensa de alta intensidad y en múltiples dominios”.
Bajo los nuevos planes, los comandantes de la OTAN sabrán más claramente cuántos soldados y equipos tienen a su disposición y cuánto tiempo demoraría tenerlos listos, dijeron funcionarios.
Los planes fueron reformulados luego que la invasión rusa a Ucrania contrarió los tradicionales cálculos militares de la alianza.
La OTAN, como organización, no provee armas ni municiones a Ucrania, para no verse arrastrada a una guerra más amplia con Rusia. Al mismo tiempo, está reforzando masivamente su presencia militar en los países cercanos a Rusia, Ucrania y Bielorrusia.
Unos 40.000 soldados están listos desde Estonia en el flanco oriental de la alianza hasta Rumania sobre el Mar Negro. Unas 100 aeronaves sobrevuelan la región todos los días, y un total de 27 buques de guerra surcan las aguas de los mares Báltico y Mediterráneo. Esas cifras están por aumentar.
Bajo los nuevos planes, la OTAN tendría hasta 300.000 soldados listos para trasladarse a su flanco oriental en 30 días. Los planes dividen a la alianza en tres zonas: el Atlántico norte, la zona al norte de los Alpes y el sur de Europa.
La planificación se basó en la fuerza del ejército ruso antes de la invasión de Ucrania, hace casi 17 meses. Desde entonces la guerra ha mermado los recursos del ejército ruso, pero no de su marina ni de su fuerza aérea, dicen comandantes de la OTAN.
Los 31 países miembros de la alianza participaron en una “conferencia de generación de fuerzas” a fines de junio para calcular cuántos soldados y equipos debe tener disponibles para responder a un eventual ataque ruso, tanto a corto como a largo plazo.
Los comandantes de la alianza se expresaron optimistas en cuanto a los resultados, aunque declinaron dar detalles por razones de seguridad. Expertos y diplomáticos, sin embargo, han expresado dudas sobre la disposición de los miembros de dejar disponibles a 300.000 soldados.
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