El gobierno de Daniel Ortega por medio de la Asamblea Nacional de mayoría oficialista, pasó el miércoles a manos del Estado a la Cruz Roja Nicaragüense, la cual tenía carácter autónomo, esto tras acusarla de violar sus principios “de imparcialidad y neutralidad” al asistir a manifestantes heridos durante las protestas antigubernamentales del año 2018.
La Asamblea Nacional aprobó con un total de 91 votos a favor y 0 en contra, la petición de “derogación” del decreto que dio luz a la Cruz Roja Nicaragüense y autorizó la organización “bajo un modelo cristiano, socialista y solidario”, que es el eslogan de la administración de Ortega.
“En los actos acontecidos en el año 2018 que atentaron contra la paz y estabilidad de la nación, algunas filiales de esta asociación, actuaron en contra de sus principios y la asociación transgredió las leyes del país”, indica la documentación de la Asamblea.
También se acusó a la entidad humanitaria de incumplir con sus deberes y obligaciones establecidas en la Ley No. 1115, Ley General de Regulación y Control de Organismos sin Fines de Lucro (OSFL).
Por el momento, la organización no se ha pronunciado al respecto.
A manos del Ministerio de Salud
La organización ahora pasará a manos del Ministerio de Salud (Minsa), el cual ha sido señalado de tener un carácter partidista, de hecho, en las protestas antigubernamentales, la entidad fue denunciada por negarse a asistir a manifestantes.
Ana Quiroz, una experta en temas de educación, aseguró a la Voz de América que la cancelación -que llega a 5 años de las protestas contra Ortega- “parece una pasada de cuentas” del oficialismo que, a su juicio, “busca con afán controlarlo todo”.
El gobierno de Ortega ha cancelado al menos unas 3.000 oenegés desde el año 2018 a la fecha y ha ordenado la confiscación de sus bienes.
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