El presidente Donald Trump cumplió este lunes una de sus principales promesas de campaña, al ordenar la salida de EE.UU. del Tratado Transpacífico de Comercio, con naciones de Pacífico.
“Acabamos de hacer algo muy grande por los trabajadores estadounidenses”, dijo el presidente inmediatamente después de la firma del memorando por el que Estados Unidos se aparta del pacto negociado por el expresidente Barack Obama con 12 naciones de Asia y la cuenca del Pacífico.
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El acuerdo, calificado por Trump como un “pacto horrible” debía ser ratificado por el Congreso, donde también enfrentaba una gran oposición, por lo que, si bien la orden ejecutiva firmada es solo simbólica, subraya la política prometida por el presidente en su discurso inaugural: "Estados Unidos primero".
El acuerdo tenía la intención de bloquear la influencia de China en Asia.
El presidente también firmó una orden que congela las contrataciones y los sueldos en el gobierno federal, excepto en el ejército, y la llamada "Política de la Ciudad de México", que obliga a todas las organizaciones no gubernamentales extranjeras que reciben fondos federales de EE.UU. a abstenerse de realizar o promover los abortos como método de planificación familiar en otros países con los fondos otorgados por EE.UU.
El Acuerdo Transpacífico de Comercio había sido negociado con Australia, Canadá, México, Japón, Singapur, Chile, Malasia, Perú, Vietnam, Nueva Zelanda y Brunei.
Según la administración anterior, el pacto eliminaría más de 18.000 impuestos sobre productos hechos en Estados Unidos, incluyendo productos agrícolas y automotrices, pero sus críticos, incluyendo a Trump y a demócratas como el senador Bernie Sanders, consideraban que el tratado no hacía lo suficiente para proteger los derechos de los trabajadores estadounidenses que tenían que competir con suelos de menos de un dólar la hora en algunos países de la cuenca del Pacífico.